Capítulo 01

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NARRADOR OMNISCIENTE

Ella caminaba por el centro comercial con sus amigos, un grupo de tres jóvenes, una chica y dos chicos, su grupo incondicional.

Parecían un cuarteto a los ojos de todos los que los miraban.

Ellas sonreían por la ocurrencia de los chicos, hace poco vean hecho una de las locuras más grandes. Pero era lo mejor que les vea ocurrido.

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Estaban en una tienda de dísfrases, ellas dos no sabían que hacían ahí pero los chicos que eran sus dos mejores amigos, se colaron ahí.

Ellas encantadas con algunas prendas se adentraron y se probaron muchos disfraces y se tomaron varias fotos, alos minutos dos personajes aparecieron Asus lados, uno era un dinosaurio. El otro raramente era una princesa.

—Raúl, ¿que haces vestido de princesa sophia? —Mónica al decir eso soltó a reír junto a su amiga Adriana.

El chico rodo los ojos y señaló al otro chico.

—Perdi una apuesta y ahora tengo que bailar en las escaleras eléctricas del centro comercial con este traje, tenía que ser de una Princesa. —se encogió de hombros y pagó su traje, le entregó a Mónica una bolsa con sus pertenencias.

— ¡tengo que grabar esto! —chilló Mónica y Samuel la vio divertido mientras le entregaba otra bolsa a Mónica, sus cosas, su traje de dinosaurio nadie se daría cuenta que era él. O bueno parecía que sería así pero el hueco en la parte de la cara dejaba a la vista su rostro.

Su única ventaja. Si se caía, el disfraz amortiguaria el golpe.

— Tranquila, Moni, yo lo grabo, y después lo subimos al Instagram.

Ellas no sabían lo que pasaría después.

Pobres chicos, que cayerón en los encantos de sus amigas, Raúl no dejaba de pensar en Adriana.

Mientras que Samuel tenía esos ojos negros en su mente día y noche, a cada segundo. Su Mónica era atractiva. Y atrevida.

Raúl sonreía mientras salía de la tienda y apretaba fuerte el collar en sus manos.

"Que diga que si, que diga que si, que diga que si"

Susurraba mientras mucha gente lo observaban y sacaban sus teléfonos para grabar.

Carraspeo un poco su garganta y limpio el sudor de sus manos en su falda del vestido morado y que le quedaba como que si fuese hecho para el, en realidad así vea sido. Sus ahorros estaban ahí. En ese hermoso pero pomposo vestido.

"Estúpido Samuel, pude a verlo hecho en la Universidad o en pleno mar, ahí donde sus ojos miel me hipnotizan, no en un centro comercial, pero la quiero, en realidad le amo".

Pensó el joven.

Samuel por otro lado, sentia que en cualquier momento se desplomaria en el suelo.

"¿Porque no pedí que fuera un lugar más privado?".

Se reclamó el chico.

"Si me dice que no, me corto el cabello que tanto le gusta y me hago gay"

Volvió a pensar.

"Y ahora a sacar esta sensualidad a flote, por ti mi Mónica"

Ay niños, que enamorados estaban.

Ellas por otro lado, hechaban chispas.

¿Por que los ven tanto, zorras?
Pensaron ambas, pero supieron disimular los celos que las querían dominar.

EL ERROR FUÉ ENAMORARNOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora