La temporada favorita de Seonghwa era sin lugar a dudas... el invierno.
Aquellos días donde si no tenías nada que hacer podías quedarte en la comodidad de tu cama, acurrucado entre las mantas y con una colcha pesadita sobre sí, manteniendo aquel calor corporal presente a pesar de que afuera el mundo pareciera estar a punto de caerse a pedazos como si fuese el cielo de Chicken Little.
También amaba las tardes de lluvia fría, donde él y su novio permanecían acurrucados en el sofá de la sala mientras se llenaban de mimos debajo de las mantas, ambos riéndose como dos idiotas mientras contaban cuantos besos se robaban entre sí. Era ridículo si lo pensaba o si lo decía en voz alta, pero cuando Jongho lo abrazaba y cubría sus cabezas con aquellas mantas sabía que lo que vendría a continuación le encantaría.
Podía dormir todo el día junto a su osito. Aún si casi todos los días era de esa manera, los días lluviosos eran especiales. A su novio no le gustaba mucho ser una persona pegajosa, sin embargo, cuando él no lo era... lo extrañaba. Por más que a veces pareciera que no le gustara tanto el contacto físico, cuando Seonghwa no estaba a su alrededor buscando su atención era él quién recorría la casa entera con tal de recibir un poco de amor.
Lindo, pero tonto según el propio Jongho.
En ese momento, Seonghwa se encontraba escondido entre las mantas esperando a su novio. Ese día en especial, estaba seguro de que el frío debía llegar a -3º C, o al menos él lo sentía así. Era una persona que llegaba a sufrir bastante en las épocas invernales incluso si las temperaturas no eran demasiado bajas.
Pero necesitaba a su osito para que su cuerpo no sufriera aquellos pequeños espasmos cada vez que oía el viento chocar con fuerza contra las ventanas de su habitación. El cuerpo de Jongho siempre estaba cálido, no importaba si acababa de hacer las compras en Alaska o si volvía del Polo Norte, su piel siempre estaba tibia y aquello era más que delicioso para el menor, quién aprovechaba cada vez que el mayor se quedaba quieto en algún lugar y se arrojaba sobre él, aferrándose a su cuerpo como si fuese un bebé.
Según palabras de Jongho... Seonghwa era un mimado. Pero aceptaba su culpabilidad en ello y asumía su responsabilidad. Amaba mimar a su novio, amaba consentirlo y verlo sonreír para él cada vez que lo hacía, aún si eran pocas las veces donde era él quien comenzaba con aquella burbuja de amor, no podía negar que le era imposible no seguirle el paso si Seonghwa lo hacía, su pequeño novio era tan malditamente lindo que no podía resistirse a llenar su carita de besos, a hablarle de forma cariñosa sin importarle las burlas que luego recibiría, también amaba acurrucarse entre los brazos de Seonghwa, pero el menor no tenía que saber aquello.
— ¿Ya vienes?
Jongho volteó al oír la suave voz de su novio a sus espaldas, el peli rosa traía una manta envolviendo su delgado cuerpo, solamente dejando a la vista sus calcetines blancos y su carita libre de maquillaje. ¿Cómo podía verse tan perfecto...?
— Solo me quedan un par de papeles, cielo..
— Aquí hace mucho frío Jong.. —el menor chasqueó su lengua al ver que su novio solo traía una pequeña manta sobre sus piernas, siquiera estaba extendida, permanecía perfectamente doblada.
— Me falta poco.. —Una pequeña risita se oyó a su lado, eso, junto a un repentino movimiento en su silla y un ligero peso sobre su regazo lo hicieron reír también, pero terminó aferrando uno de sus brazos a la espalda de su bebé para que éste no resbalara. — Hwa...
— Me dijiste eso hace dos horas...—En cuanto terminó de acomodarse sobre el regazo ajeno, abrió la manta que tenía consigo y envolvió al mayor con ella cerrando sus brazos en la espalda de la silla, oyó el gemido gustoso de Jongho al compartir su calor corporal y solamente sonrió consiguiendo lo que quería, otra vez..
— No babees en mi-
— Shhhh... déjame dormir...
Luego de unos minutos sintiendo la tranquila respiración del menor en su cuello, dejó los papeles a un lado y se dio la libertad de abrazarlo con fuerza.
¿Seonghwa sabría todo lo que significa para él?
¿Sabría que era capaz de hacer lo que sea con tal de verlo feliz?
¿Tendría una ligera idea de cuánto lo amaba?
Y a pesar de que las respuestas fuesen positivas, Seonghwa no podría acertarlas con exactitud. Porque siquiera él podía expresar lo mucho que lo amaba, no habían palabras suficientes para ello.
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Escribí esto en aproximadamente media hora.. ¿Cómo? No lo sé kdjnkjd
