A su madre siempre le había gustado describir a Seonghwa como "El chico que tiene una constelación en sus ojos y mi universo en sus manos"
Jongho era consiente de las estrellas que habitaban en los ojos de su novio, y era una de las miles de razones por las que se enamoró de Seonghwa en un principio, ya que luego, el menor le dió mil razones más para amarlo cada día más.
Pero sus ojitos en especial.. eran algo que aunque pasaran los años.. seguiría causándole tantas cosquillas como el primer día que cruzaron miradas.
— Hyung.. me está escuchando?
Su novio era la persona más bonita que alguna vez haya conocido, siempre siendo tan tímido y dulce, con su vocesita tan gentil...
— Jongho hyung...
Su personalidad siempre le había parecido atrayente, un adolescente de 16 años que aún mantenía parte de esa inocencia infantil, su educación a la hora de hablar por más discusión que exista era lo más adorable. Aquella simpatía en su ser.. haciéndote sonreír solamente con verlo sonreír a él. A Seonghwa siempre le había gustado acercarse a su brazo y tomarlo entre los suyos, recostando su mejilla en su hombro y quedándose allí mientras jugaba con sus manos, perdiéndose en aquellas sensaciones que las caricias ajenas le otorgaban.
— Osito! —Jongho sacudió su cabeza de forma suave intentando volver a la realidad al oír la voz de un confundido Seong.
Una divina realidad donde se había quedado embobado mirando los preciosos ojos de su adorable novio mientras sonreía como un verdadero idiota, porque después de todo eso era, Un idiota enamorado.
— Lo siento cariño... ¿Qué decías?
— Te pregunté si tanto te gusto para que te me quedes viendo así.. —Bromeó, pero al ver como una sonrisa crecía en los labios del mayor sintió sus mejillas arder.— No respondas...
— No me gustas... me encantas. Todo de ti me encanta.
Pronto sintió las manos del mayor envolver su cintura y como jalaba de ella para recostarlo debajo de su fornido cuerpo, los chillidos e intentos de escape del rubio fueron inútiles, y tampoco es como si hubiese sido la gran cosa, simplemente.. no quería dejárselo tan fácil.
La risa de Jongho hizo eco en sus oídos logrando llamar su atención. Su vista subió del pecho ajeno hasta los ojos del mismo, haciéndose aún más pequeño ante lo sexy e intimidante que se veía. Su cuerpo entero sufrió un escalofrío, volviéndose una masita moldeable con tal de encajar perfectamente entre los brazos del mayor. Seonghwa haría cualquier cosa con tal de que Jongho lo apretara suavemente contra su pecho para ocultar el sonrojo en sus mejillas, pero eso no pasaría, al menos no en ese momento, no mientras el mayor lo admiraba como si fuese una de las joyas más valiosas del planeta.
— Tienes los ojos más preciosos que alguna vez haya visto... ¿Alguna vez te lo dije?
— Siempre lo haces... —el menor ahogó un jadeo cuando la cálida palma ajena sostuvo su mejilla, así de sensible era cuando de su novio se trataba.
— Porque no quiero que lo olvides...
— No lo haré... —Los brazos del rubio subieron de forma lenta, envolviéndo el cuello del chico sobre el para acercarlo un poco más, Jongho solo sonrió de forma dulce y coqueta a la vez.— Ahora... ¿Por qué no me estás besando?
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Ya se me está subiendo la glucosa por este par akjdnckdfnk
