Nunca salgas con una Army

Cuarentena

Antes de iniciar este capítulo, quiero dedicarlo a Luu quien es una persona que me escribe diciendo como le ama la historia... Preciosa espero que te guste este capitulo!!!!

Ahora si empezamos...

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El resto de la semana transcurrió de la manera más tranquila, lo que me hizo dar una idea de cómo sería nuestra vida juntos, cosa que me agrado demasiado.

Ya en el penúltimo día de la cuarentena logré terminar todo mi trabajo de manera satisfactoria, así que se me ocurrió que podríamos pedir algo para cenar y pasar un tiempo de calidad mirando películas juntos como una pareja normal.... Normal... Esta palabra comienza a ser mi favorita estando junto a ella.

Ya que con o sin fama creo que seguiríamos siendo nosotros y aun así no la dejaría ir; al terminar de guardar todo, incluyendo mi equipo, es que salgo en busca de T/N para proponerle mi plan.

A medio camino comienzo a escuchar a alguien cantar, entonces deduzco que debe ser ella;  no puedo decir que su canto es profesional pero entra dentro del rango de lo normal y no de los desafinados.

Al llegar a la cocina puedo ver que está absorta en su canto y en lo que está haciendo, y no se ha percatado de mi presencia, de modo que me mantengo a distancia mientras me recargo en la encimera para poder seguir disfrutando de aquel hermoso espectáculo.

La escucho cantar el siguiente verso:

ありふれた日常が急に輝きだした ( La vida cotidiana ordinaria de repente comenzó a brillar)

心を奪われたあの日から ( Desde ese día en que me fascinó )

孤独でも辛くても平気だと思えた ( Pensé que estaba bien estar solo o ser doloroso )

I'm just a prisoner of love ( Solo soy un prisionero del amor )

"Vaya no sabía que pudiera hablar japonés, su pronunciación es mejor que la mía " - Pienso en lo que la observo como esta bailando al son de su propia canción.

No fue hasta que dio un giro de 90° que quedó frente a mí, mirándome con un rostro de sorpresa así como de vergüenza; situación que me dio carta abierta para molestarla un poco.

-Me gustaría pensar que estas cantando, aunque es difícil saber- le comento con una risa burlona.

-Lo creas o no, estaba cantando- me responde con cierto tono de indignación que me causa gracia.

-Afortunadamente era eso, por que ya estaba por llamar al médico para averiguar qué está pasando contigo- le digo a modo de molestarla un poco más.

-Sé que no canto tan bien como tú, pero al menos lo intento- refunfuña al tiempo que me saca la lengua como si fuera un chiquilla, acto que me hizo reír a carcajadas.

-Solo te molesto- le comento entre risas, para después continuar diciendo en tono divertido - Pero debo admitir que tu pronunciación japonesa es mejor que la mía- le digo mientras observo como me da la espalda para que no pueda ver su rostro.

-Pero no sé bien el japonés, así que solo estoy cantando de acuerdo a la canción. A diferencia del coreano que si lo hablo bien- me responde conforme checa la cocción de la carne.

-¿Qué estás haciendo?- le pregunto mientras coloco mi barbilla en su hombro, para después abrazarla por detrás con todas las intenciones de seducirla.

-Mañana es el último chequeo, así que hagamos la última cena juntos.- me sugiere con cierto tono triste que me deja impactado.

"Ella tampoco quiere dejarme ir"