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— puedes ir a esa puerta es baño, ya sabes todos quienes lo alimentan se cambian ahí, si quieres puedes bañarte, hay una regadera ahí. Tomate el tiempo que quieras, por lo visto no tienes nada, solo es un chequeo rutinario.

Solo agarraste la ropa diciendo un "gracias muy bajo" y luego entraste al baño.

Realmente era bastante lindo el baño y si, pensabas en bañarte, sabías que te ibas a bañar después, antes de salir pero realmente no importaba, querías relajarte y esa era una de las mejores maneras además, así desprendes el olor fuerte de pez qué tendrías al final del día, simplemente la ropa nueva huele a pez, aunque es casi nada se siente.

Hiciste una mueca al pensar que ropa interior ibas a usar, solo diste por desvestirte y enjuagar tu ropa interior, exprimirla y dejarla sercarse lo que más pudiera mientras te bañabas, ibas a traer la próxima vez ropa interior extra sin duda.

Mientras te bañabas miraste el baño dándole la espalda a la regadera dejando que el agua pasará por tu cuerpo, estaba tibia, había agua caliente y fría así que no importaba la hora estaría tibia el agua.

El lugar era blanco y dónde estabas había una puerta corrediza de cristal que pesaba un poco, aunque el cristal se estaba empañando miraste el lugar, no era muy grande pero tenía lo necesario, estaba muy limpio y eso era fácil de ver a simple vista mirando que todo era blanco y a la más pisca suciedad se vería, aunque como comento el chico, se usa bastante.

Una vez terminaste agarraste una toalla color crema que estaba Serca, te paraste en el tapete que era color crema igual, era suave al tacto y luego miraste la ropa doblada que te había dado aquel chico peliverde que por cierto, no te había dicho como se llama todavia.

Cuando miraste el lava manos agradeciste ver una secadora de pelo, estaba húmeda tu ropa interior así que serviría para secar tu pelo y ropa.

Con cuidado metiste tu mano en el bolsillo del pantalón mojado mirando aquella piedra negra que te había dado Peter y la guardaste en el pantalón que tenías ahora seco.

Estaba húmeda pero tal vez tardaste mucho en el baño.

Una vez vestido y seco, miraste el peine que estaba en el lava manos entre algunas cremas para el pelo, realmente este baño estaba completo...

Te peinaste bastante rápido ya que tu pelo no era tan largo y con la crema que agarraste se desenredo rápido...necesitaba saber que marca era ya que todo era un bote blanco que decía en dorado "decenredador para pelo" muy educada la cosa y sofisticada.

Una vez saliste del lugar miraste al chico escribiendo algo.

— ¿dónde dejo la ropa mojada?

Preguntaste, el de verde solo te miro unos segundos y nego.

— nada, déjala ahí. Luego viene quien lava la ropa y se la lleva.

Comento tranquilo, asentiste y caminaste hacia la silla donde antes estaba ahora seca, probablemente la seco con algún papel que no estaba a la vista o solo se había secado sola cosa que, duda mucho.

— es un chequeo rápido aunque ya vas a entrar a tu siguiente turno, falta unas horas.

Asentiste y se levantó del lugar para señalar la "camilla" del lugar, te levantaste y te sentaste en ella para que iniciera el chequeo.

(...)

Cómo había dicho al inicio. Casi todos se habían ido y solo quedaban algunas personas pero ninguna era del área que te toco, el chico peliverde estaba comiendo pero dijo que no tardaría mucho tiempo, que tuviera cuidado con Peter y no me confiera, también me dijo su nombre "t.k" dijo que se llamaba.

Caminaste como por tercera vez en el barandal y miraste en una mesa el control que te habían dado para bajar y subir aquel lugar, apartemente no había repuesto, había una palanca directa que estaba a inicio de la escalera y aunque la viste no le prestaste tanta atención por qué pensaste no tenía que ver contigo pero ahora sabes que si.

El control no servía, estaba mojado todo y solo te dijieron que usarás la palanca para bajar pero que alguien te debía subir, eso es lo que hicieron la primera vez, alguien te subió pero al ser último horario solo t.k podría subirte así que...si, era algo complicado que su horario de comida sea antes de que tu le des de comer a Peter, no te daba tanto miedo como al inicio pero te inquietaba bastante.

Dejaste la cubeta en el lugar para ir a bajar la palanca, cuando empezó a bajar, corriste al lado de la cubeta de metal y una vez ahí solo esperaste a bajar.

— Hola..

Comentaste mientras te miraba, realmente ¿Podía hablar?

Te preguntaste mientras hacía lo mismo, estiraba su mano para que le dieras pescado.

Le diste uno y este empezó a comer, te apunto el pescado y negaste.

— no quiero, gracias.

Comentaste y siguió comiendo.

— gracias por...no ahogarme o algo, mejor dicho, gracias por ayudarme a llegar a llegar a la cosa está de metal.

El te miro unos segundos y asíntio, dijo algo que no entendiste, ¿Hablaba en otro idioma? Tal vez, tampoco te pondrías a preguntar por qué lo más probable es que te contesté en ese idioma.

No me olvides. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora