No me olvides.

006

Eran casi las doce cuando al fin entraste a tu casa, aparentemente t.k vive por dónde tú vivías, te dejo en la puerta y se fue diciendo que vivía más atrás, no sé veía muy animado de tener que seguir caminando, eso pasó hace unas horas.

Te habías puesto ropa más cómoda para dormir y miraste con curiosidad la piedra que te había dado Peter, estabas en la cama sentada, te acercaste a tu mesita de noche, abriste un cajón y agarraste una cajita dónde tenías hilos, agarraste uno negro.

Hace un tiempo aprendiste a hacer nudos para amarrar piedras, cosa que solo fue una temporada por curiosidad hace ya mucho.

Hizo algunos nudos con el hilo negro y al final quedó en medio de todos los nudos, lo que sobró que era bastante lo puso alrededor de su cuello, hizo un nudo que también había aprendido en su momento, así no iba a caerse, era un nudo muy bueno para collares de hilo.

— listo.

Comento y lo metió en su blusa.

Se acostó en la cama para dormir, mañana tendría que ir otra vez, aunque ya no sonaba tan mal.

(...)

Desayuno antes de ir, ya que le dió tiempo.

Aún así tampoco es que le diera apetito el echo de que tenga una cubeta de pescado crudo en una de sus manos.

— buenos días.

Escuchaste a t.k, le miraste y sonreiste.

— buenos días. ¿Siempre llegas tan temprano?

— si, llegó una hora antes que tú por qué papeleo. Aunque no pase nada tengo que informar lo que pasó ayer y eso.

— ¿No se supone que lo debes hacer el mero día?

Preguntaste y antes que respondiera escuchaste como salpicaban agua, te asomaste viendo al chico semihumano mirando con enojo.

— ya voy.

Hablaste, te despediste levemente de t.k y caminaste a el lugar de siempre para que te bajarán y darle de comer.

Una vez abajo hizo lo mismo de siempre, estiró su mano y le diste un pescado en su mano.

Le miraste comer con curiosidad, ¿Por qué no será tan agresivo en su presencia? Era una pregunta que tendrías que preguntar en algún punto.

Aunque era obvio que ahora no, no sabe decir muchas palabras, algunas se le traba y otras las pronunca pero...como decirlo...¡Oh! Cómo cuando aprendes un nuevo idioma y hablas sin cuarencia a veces por no saber conjugar las palabras ¡Así!

— oh, mira. Lo usaré como collar.

Sonrió mostrando la piedra que le había dado, este sonrió y miro curioso como se movía levemente al ser sacado de la camisa, sonrió dejando ser sus dientes y está rio leve al verle tan contento.

— Bueno, ya no hay más comida...y ya mero me voy, de todos modos te veré después.

Sonrió la chica mientras la máquina empezaba a subirla, este se vio desanimado, siempre que se va pasa.

— Siempre tan rápido.

Miraste al chico que ahora tenía los brazos cruzados.

— si, aunque tal vez deberías intentar darle de comer, ya sabes por experiencia mera...a no ser que le tengas miedo, ¿T.k le tiene miedo a Peter?

Soltó una risa y nego dejando caer sus brazos.

— no es miedo, agradezco mi vida y ese de ahí abajo no es amigable con nadie...menos conmigo claro esta. Yo bajo y directamente me ahoga, tengo pensando formas en las que podría morir y ahogado por un pulpo arrogante, gruñón y que me odia sin razón ¡No es una!

La chica rio y nego divertida escuchando salpicaduras de agua, aún no estaba alineado el metal así que se asomo y miro a Peter quien cruzaba las manos con el ceño fruncido.

— No te enojes Peter, te van a salir arrugas.

Dijiste divertida a lo cual es relajo su rostro y luego te miro con confucion.

— Ar...¿Arrugas?

Sonreiste, Peter acaba de adquirir una nueva palabra.

— luego te explico.

Sonreiste y luego al ver que el metal estaba alineado empezaste a caminar a dónde estaba t.k, quien miraba con curiosidad lo que hacías.

— ¿En serio usaste lo de las arrugas?

— tal vez, me lo decían mucho...¿Se me pego la palabra?

Más que afirmación fue pregunta, tarareaste y t.k solo nego divertido.

— sigo sin saber cómo es que lo soportas, es medio inrritante y eso que no convivo con el.

Otra salpicadura, reíste ante ese ruido y negaste.

— no lo es, deja de provocarlo, luego dices que no le agradas por nada ¡Mira como te refieren a el!

El contrario rodo los ojos y nego.

— no es justificable, no importa que digas, no lo es.