∆||9

697 74 11
                                    

—Simplemente...

Ya con el traje completo puesto, me miro en el espejo.

—Aburrido. Qué asco. Ni siquiera se me notan las curvas —me giro para verlo—. ¿Por qué tengo que usar otro pantalón dentro de esto? Me siento sofocada.

—Sin eso te veías..

Alcé una ceja y me acerqué a él para poner mi mano en su cuello y apretarlo, a pesar de ser el trabajador de mi padre.

—Completa —ordené.

—Muy flacucha, señorita. Solo es un comentario. No hay necesidad de ofenderse. —Escuchaba lo más mínimo de disculpa en su voz. Sin embargo, lo dejé pasar y volví a estar frente al espejo.

—Como sea. ¿Dónde está mi padre? No le he visto en estos días.

—Él se encuentra muy ocupado por ahora.

—¿Tan ocupado que no tiene tiempo para su única hija? —Le miré desde el espejo.

Asintió sin decir nada.

Bien, creo que esto es mejor. Así puedo hacer lo que quiera, aunque.. ya lo estaba haciendo de todos modos. Quizá sea emocionante, pero la verdad.. me gustaría verlo.

—¿Todo bien?

Levanto la mirada, aún con la máscara puesta.

—Todo bien. —contesto.

***

No hay nada de sensualidad con este traje, todos miran al frente sin prestarme atención. Es molesto, pero por una parte lo entiendo. No me pueden reconocer al tener puesto el mismo traje de un trabajador. Pero al menos soy un cuadrado. De hecho tengo algo de respeto.

Mientras ellos caminan en fila, yo me desvío y voy por una esquina para sacar mi All Here del bolsillo, y ver la cámara del cuarto de los jugadores mientras ellos comían. Me siento en el suelo y presto atención a la pantalla, y veo la bolsa de pan que le dan a mi presa. Hace unas horas le había pedido a uno de los trabajadores que pusiera una pastilla especial dentro del suyo. Para mi Sang Woo.

Terminando el juego lo iba a secuestrar. Solo por unas horas..

Muerdo mi labio, esperando a que abra la bolsa. Sin embargo, se lo da a su compañero y este se lo come con grandes bocados.

Gracias, señor. Aunque.. sabe raro.

¡Porque no era para ti! Demonios.

Me paro al instante que oigo pasos acercarse, y asomo mi cabeza para ver al grupo de círculos caminar hacia la derecha del último pasillo. Mi All Here vibra en mi mano y entonces sonrío. Voy corriendo hacia esa fila para tomarlo del brazo.

—Número 29 —camino a su lado—. Parece que te encontré.

Y otra vez no dice nada.

Bueno, me gusta su silencio. Es misterioso y me encanta.

Después de caminar a su lado por unos minutos, decido soltarlo cuando entramos al cuarto de juegos. Mi vista va a los jugadores que hacen fila para tomar algo que no lograba ver al estar alejada. Solo visualicé las formas en las paredes y los juegos infantiles que amaba de pequeña. Doy un paso, pero un cuadrado se pone frente a mí y se inclina para susurrarme. 

—Señorita, él dice que no haga algo que alerte a los jugadores.

Con decir "él", sé que habla del hombre de traje y máscara negra. Seguramente me observa ahora y yo no estoy al tanto de eso. ¡Pero qué más da! Yo vine por mi presa.

Only mine • SquidGameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora