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Soledad

No sabía con exactitud que era sentirse solo. Cuando ves que a tu alrededor, está tu familia... Tus amistades, no estás sola dicen... Pero lo que siento dice otra cosa.

Es como si nadie me pudiera entender. Mi sonrisa volvió a ser falsa, mis bromas volvieron para callar los gritos de dolor que salían de mi interior, el brillo de mis ojos volvió a apagarse y mi risa volvió a extinguirse.

Volví a encerrarme en mi dolor

Porque ya no estaba esa persona que lograba sacarme una sonrisa, ya no está la persona que me hacía reír a carcajadas hasta que el estómago me comenzara a doler, ya no está esa lámpara que iluminaba mi oscuridad.

Ha pasado una semana desde lo acontecido con Ania, ya está mejor, los golpes que tenía en su cuerpo ya comienzan a desaparecer y su brazo ahora duele menos, todo está llendo excelente.

Los padres de Ani me regalaron un nuevo móvil y la morena me pasó algunos contactos y recuerdos que tenía con ellos.

Los chicos fueron a despedirse de Alex al aeropuerto, me invitaron pero rechacé la invitación porque sabía que no lo resistiría, cuando le pedí la primera vez a Alex que se alejara de mí me di cuenta lo importante que era ese idiota para mí, me di cuenta que ese chico se ganó mi corazón, que no podría pasar un día sin escuchar su aterciopelada voz, que no podría pasar un día sin escuchar su melodiosa risa, que no podría pasar ni un día sin oler su aroma a chocolate y perfume varonil, que simplemente no podría pasar tanto tiempo sin verlo.

Porque él es como el sol y yo la tierra frente a él.

Sonrío con tristeza reproduciendo por quinta vez el vídeo que hizo Ani cuando fuimos con Alex a la laguna. Todos estábamos riendo y bailando como tontos. Tal vez soy un poco dramática, pero se ganó mi corazón desde esa noche en el autobús cuando me dijo por primera vez zanahoria

Me paré frente al espejo y fuí desabotonando los botones de mi blusa con lentitud, el camino de mis pechos se empezaba a ver y seguí desabotonando hasta que la blusa cayó al suelo, mis pechos quedaron expuestos y mi piel se erizó por causa del frío

Con las yemas de mis dedos tracé una línea invisible por debajo de mi seno izquierdo hasta llegar a él y palpar con delicadeza, ahí lo sentía... Y... Dolía.

Tenía tanto miedo, tengo tanto miedo... Las lágrimas se asomaron en mis ojos y empezaron a caer como cascadas

9 de julio del 2020 (15 minutos antes)

Al recibir el mensaje del doctor Henrick diciéndome que la pequeña bolita que había descubierto en mi seno izquierdo era peligrosa, todo mi mundo se derrumbó y no paraba de llorar.

Mi madre y yo entramos a la oficina del doctor Henrick y me crucé de piernas mirándolo fijamente mordiendo el interior de mi mejilla

__ Como viste en el texto, Gwen... No es benigno. __ dice y mi madre rompe a llorar

Respiro profundo y descruzo las piernas levantándome para acercarme a él y poner las palmas abiertas sobre su escritorio

__ Hábleme claro y sin rodeos, doc. __ le digo apretando los labios para no gritar mil maldiciones a los cuatro vientos

Entrelaza los dedos de sus manos y me mira con tristeza

__ Tienes cáncer de seno, Gwen. __ dice y rompo a llorar cayendo sobre mis rodillas

Esperanza perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora