En cuanto Mikasa despertó en aquella habitación del hospital invocó a Karasu para buscar la manera de llamar a aquel chico que habia servido a su "familia" envió el mensaje y el cuervo no tardó en salir de ahí.
La rubia pasó ambas manos por su rostro, veía, pero no tan bien como cuando llevaba sus lentes puestos, divisó una sombra similar a la de sus lentes en la mesa justo al lado de la cama, estiró la mano y la alcanzó, efectivamente eran sus lentes.
Frunció el ceño unos segundos.
Al llamar al chico corría riesgo de que su yo pasado nuevamente saliera a la luz, no quería que Shisui o Itachi se alejaran, sin embargo era algo necesario para poder proteger a sus seres queridos.
—Mikasa-san —la puerta se abrió, era una enfermera.
—Ah, hola —sonrió de lado.
—Veo que despertó —le sonrió —¿Como se siente?
—Me siento bien... Uhm ¿Cuando podré irme?
—Señorita, usted no está en condiciones de moverse mucho por el momento, Tsunade-sama la ha tratado.
Mikasa se sorprendió un poco, asintió.
—¿Cree que pueda hablar con ella?
—Si, le llamaré.
—Gracias.
La mujer salió, la Senju de ojos rojizos se recostó nuevamente en la camilla.
No se sentía mal, dolía un poco sus nudillos y su mejilla izquierda, fuera de eso nada más.
Tardó poco para que Tsunade entrará cerrando la puerta tras de si.
—Mikasa.
—Tsunade.
—¿De nuevo en problemas? Te traje a Konoha para que dejaras de lado el comportamiento de Ak-
—Lo sé —respondió la rubia menor cambiando su semblante a uno neutro —Kazane estaba aquí para buscar los pergaminos prohibidos de Akaiho.
—Hmp...
—¿Cuando podré irme? —cuestionó la menor.
—Hoy mismo.
—Bien.
Alguien tocó la puerta.
—¿Tsunade-sama?
—Pasa.
Era Shizune, tras ella estaba una niña de cabello rubio y ojos azules, parecía tener una mirada con poco brillo, no propio para alguien de su edad.
—Kira-chan la buscaba y creí que podría...
—¿Shiroi-san? —cuestionó la menor, Kirai recordaba a la mayor como una persona fría que recurría a cualquier método para llegar a su objetivo, aunque jamás la había tratado mal, esa era la única razón por la que no la detestaba, no parecía ser ella, esta vez tenía un brillo en los ojos además de que usaba lentes y su chakra se sentía más cálido.
Un escalofrío ominoso recorrió la espalda de Mikasa, ser llamada de esa forma nuevamente le hacia sentir asco por si misma.
—Mi nombre ya no es Shiroi —respondió la rubia con voz suave —Soy Mikasa.
—Ah —la niña entendió rápido —Yo ya no quiero ser Kirai, seré Rei, mi abuela me puso así.
Shizune sonrió con ternura, Tsunade desvío la mirada.
La rubia mediana asintió, recordaba a la anciana Akane, una mujer amable que no parecía ser la madre de un ser tan despreciable como Makoto.
—Me alegra volver a verte, Rei-chan.
—Igualmente, Mikasa-san.
Tsunade dejó caer la palma de su mano sin aplicar fuerza sobre la cabeza de Rei, la hizo retroceder.
—Bien, a lo que voy... Kazane sigue viva, pero en condición crítica, parece que el ataque que ejecutaste es letal.
—Si.
—No debes usarlo nuevamente, tus heridas fueron similares a las de Kazane.
—Bien, no lo usaré nuevamente.
—Otra cosa, Naruto no ha dejado de lloriquear, Minato está preocupado y Shisui no ha comido nada por más que Itachi lo quiere obligar.
—¿Cuántos días pasaron?
—Dos.
—Ah... ¿Pueden pasar?
La Senju mayor asintió.
—Vámonos, Ki... Rei.
—Si.
Shizune salió de primera, luego Tsunade, la pequeña asintió en dirección a Mikasa, era una clara señal de que no haría nada para recordar quien había sido antes.
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H A N A - 花
Fanfiction❝¿Por qué me enseñaste a amarte si ibas a irte?❞ [] [Black Line] []