Capítulo 4: Vampiros

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- No se reflejan en los espejos; No pueden ingresar a una casa sin ser invitados; Descendientes directos del diablo… ¡Basura!

- Cerré aquel viejo libro y acaricié su portada observando su título escrito con una rara cursiva “Vampiros” ¿Vampiros? ¡Que bajo había caído! Niall no era un vampiro, solo era un chico malo con un terrible comportamiento. 
Dejé aquella obra literaria escrita por Grady Jay a un lado tomé mi celular para concentrarme en los problemas que SI eran importantes. Pero ¿Por qué Niall volvía a mi mente? Era insoportable el echo de que él sea lo único en lo que piense, ni siquiera tenía pensamientos lindos sobre él, solo quería saber que se traía entre manos y hundirlo… hundirlo. Me asustaba a mi misma por como estaba pensando, estaba odiando a una persona que ni siquiera conocía… aunque realmente tenía actitudes odiosas. Mas allá de su forma de ser, todo lo que reacciona en mi cuando él está cerca es puro instinto…

- En un acto de absurdo reflejo, apenas pensé en esa palabra, se me ocurrió buscar su definición a través de Internet:

- Instinto: Conducta innata y no aprendida que se transmite genéticamente entre los seres vivos de la misma especie y que les hace responder de una misma forma ante una serie de estímulos.

¿Genéticamente? Mi mamá jamás fue de violentarse con la sola presencia de alguien, mucho menos con los vecinos, ya que tenía una afinidad inmensa con ellos.
Pero mi padre… aunque jamás lo conocí. Cuando tuve edad suficiente y pregunté por él, mamá me explicó que estaba internado ya que sufría de un grave Trastorno Delirante, una seria enfermedad psicótica. A ella le dolió tanto contarlo (y a mi escucharlo) que no volvimos a hablar del tema. Pero… necesitaba saber sobre él para saber sobre mi.

Yo: Mamá… –Anuncié mi presencia mientras ella lavaba los platos. –¿Podrías contarme un poco más sobre papá?

- Ella dejó de lado el detergente y me miró sorprendida.

Mamá: ¿A qué se debe esta pregunta?

Yo: Solo quiero saber.- Me excusé.

Mamá: Bueno. –Comenzó a relatar con dificultad. –Él era el hombre más amable y divertido que haya existido… al menos cuando no estaba en sus momentos de locura.

Yo: ¿Qué hacía cuando se encontraba en ellos?

Mamá: Inventaba delirantes, y exasperantes, historias.

Yo: ¿Sobre qué?

Mamá: Vampiros.

- Mi corazón se congelo.

Yo: ¿Va… vampiros?

Mamá: Si, algunas veces veía gente pasar por la calle y se enfurecía con ellos sin razón, luego comenzaba a la locura, sobre que eran vampiros y debía ir tras ellos debido a que él era un caza-vampiros… –Frenó para aclarar el nudo de angustia que se formó en su garganta. –La noche en la que se internó fue la misma noche de la cena anual que hacíamos con mis amigas, tú apenas tenías 6 meses y te dejé al cuidado de tu padre. –Volvió a frenar pero esta vez para sollozar, –Cuando volví lo encontré cubierto de sangre diciendo que había matado un vampiro que se había filtrado en la casa para asesinarlo. ¡Me sentí tan culpable dejándote bajo su custodia cuando él no estaba nada bien! Noté que sus piernas estaban rotas, ambas, y estaba desesperado porque no podía subir la escalera hacia donde estabas tú, recuerdo que gritaba una y otra vez: “Niall subió a la habitación de ______, por favor detenlo! ¡Va a matarla! ¡Va a matarla!” Nada me dolió tanto como ver aquella escena. –Volvió a emitir un sollozo, esta vez más fuerte, y oculto su rostro entre sus manos. –Me agarró un ataque de nervios al imaginar que esa sangre era tuya, así que corrí escaleras arriba dejando a tu padre inconsciente en el suelo y cuando entré a tu habitación, gracias a dios, tú estabas en perfecto estado, jadeando y riendo acostada en tu cuna. Lo único que llamó mi atención allí fue que el vidrio de la ventana tenía un terrible rasguño, pero de seguro fueron los árboles, lo que mas me importaba eras tú.

- La abrasé y lloré desgarradoramente con ella, no solo por mi padre, si no porque había descubierto la verdad, la historia de mi vida. Era una caza-vampiros, a eso se refería Niall cuando dijo: “se mejor que tú quien eres” Él lo sabia… ¡por supuesto que lo sabía! Seguramente el vampiro que mi padre había matado esa noche era el padre de Niall, ya que por lo que leí en el libro luchan solo a lado de sus familiares. Por eso el me odiaba, mi padre había matado al suyo, y por eso yo lo odiaba, él era un vampiro y yo todo lo contrario… mi naturaleza era atentar contra ellos.
Todo el dolor y el shock se fueron para dejarle espacio a las dudas otra vez: Niall tendría que haberme matado esa noche… ¿Por qué no lo hizo?








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Mi Vecino Es Un Vampiro |Niall Horan|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora