CAPITULO 2: LA JAULA CADA VEZ ES MÁS PEQUEÑA

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Le miré por unos segundos y me levanté, un pequeño rayo de luz se posó sobre el cabello de este chico, era un rubio oscuro, se veía un tanto despeinado 

- ¿Cómo te llamas? ¿Y qué haces tan sola por estos lugares?

- No tengo por qué decirle eso a alguien que no conozco, si me disculpas seguiré mi camino 

- Tranquila, solo trato de ser amable

- No quiero ser grosera, pero realmente no confiaría en alguien que se aparece de la nada en un callejón, en plena noche y me pregunta por qué estoy sola 

- Bueno, si lo pones así si sueno mal -Se quedó pensando por un momento-  Aunque tú tampoco pareces muy confiable 

- ¿Disculpa? 

- Digo, puedes estar actuando y en cualquier momento aparece alguien para robarme o hacerme algo, quien sabe que podrías hacerme estando tan indefenso 

Al final hizo una pose dramática y no pude evitar sonreír un poco, ante esto me sonrió cálidamente 

- Una chica como usted se ve mucho mejor con una sonrisa. Me presento, soy Teo, es un placer señorita... -Hizo una pausa para escuchar mi nombre- 

- Colette 

- Señorita Colette ¿Qué hace en estos lugares? 

- Me limitaré a solo decirle mi nombre 

- Si que es precavida. Le daré un consejo, si no quiere correr peligro es mejor que no camine sola por acá

- Le agradezco su preocupación

Pasé por su lado saliendo del callejón, me detuve de inmediato al ver el carro de mis padres pasar por la calle, rápidamente me devolví escondiéndome y el chico me miró, se agachó a mi lado escondiéndose igual que yo, se miraba divertido ante la situación, estaba aterrada, no quería que me encontraran, mucho menos en este estado tan nefasto 

- ¿Acaso eres una fugitiva? 

- ¿Qué? no 

- ¿Entonces por qué te escondes? 

- ¿Yo? Yo no me estoy escondiendo 

- Claro y yo nací ayer 

Giró su mirada y observó los carros que pasaban 

- Oh, ese es el auto de Nathaniel, debería ir a saludarlo 

- Espera ¿Conoces a Nathaniel? -Me acerqué un poco- 

- Si, soy su amigo ¿Por qué? ¿Acaso eres una acosadora? 

Esbozó una sonrisa maliciosa mientras acercaba su rostro lentamente 

- ¡No! Claro que no lo soy, se podría decir que lo conozco un... poco 

Me examinó con su mirada pensativo, era como si tratara de recordar algo importante 

- Espera un momento...

Sacó su celular buscando algo, se detuvo un momento y me miró, su expresión era un poco confusa, desconfiaba de este tipo, actuaba muy extraño, traté de alejarme lentamente de él 

- Un momento, Colette ¿no? ¡¿Eres su prometida?!

Rápidamente me tiré hacia él tapándole la boca con fuerza 

- Habla más bajo, nos pueden oír 

Me quitó las manos de su boca y sonrió de oreja a oreja, sus facciones eran delicadas y finas, bastante lindo a decir verdad 

- No lo negaste, así que eres su prometida 

- Se supone 

- Vaya, si que el mundo es pequeño.  En ese caso te llevaré a mi casa 

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