El intento de Kris por evitar a su madre lo más posible, duró un tiempo récord de 10 horas.
Tocó la puerta de su habitación
--Kris, es hora. Levántate, hijo--.
. . .
Quizá fue un sueño. Quizá no vuelva a tocar la puerta.
Vuelve a tocar la puerta
--Kriss Dreemur, no voy a volver a llamarte. Tienes diez minutos para estar listo--.
Mierda.
Justo después de cambiarse la pijama y dotarse de sus ropas habituales, Kris checa su teléfono, ansioso.
--1 MENSAJE DE SUSIE--
Ya sabe? :(
Kris no tiene idea de qué contestar.
El lapso de tiempo concluye, y dos minutos después, el joven humano sale de su casa para entrar al automóvil de Toriel.
Para el enojo de su madre, normalmente se sienta atrás, pero, debería intentar molestarla lo menos posible.
Pero.
Si se sienta enfrente es más probable que conversen, y puede salir -el tema- a la luz.
Pero...
-Kriss, de prisa-. Toriel insta, abriendo la puerta frontal.
Será en frente entonces.
Si de por sí hacer las compras con su mamá era una tarea tediosa y de lo más insufrible, en esta ocasión, Kris no veía la hora para que todo acabase y pudiera regresar a enclaustrarse en su cuarto, evitando así todo contacto con su figura materna.
Aparca el auto.
--Adelantante, yo estacionaré el coche. Y NADA de esconder dulces entre las compras--.
Aparentemente, ya habían llegado en un santiamén. Pero... ella no le dijo ni una palabra en todo el viaje. ¿Es señal de que no quiere hablar? ¿O significa que ya lo sabe y está preparando sus palabras para una larga charla?
No hay tiempo de paralizarse pensando qué sabe Toriel realmente, si ella llegara a notar que está pensativo, va a terminar preguntando, y no va a detener el interrogatorio hasta que sienta que ha recibido una respuesta satisfactoria.
Sólo queda actuar normal, como si no estuviera el peligro latente de ser castigado por la eternidad.
"Huevos, mantequilla, harina, pan..." Falta la leche, no hay en el refrigerador, pero seguramente debe haber cartones sin refrigerar en algún estante.
Tras una breve inspección, el humano encuentra el objeto faltante. Bingo. Estira su mano, toma el enva-
¿...?
Además del seco cartón, el tacto de Kris percibe otra cosa. ¿Es una mano? Al retirarse del estante, y alzar la cabeza sobre este, ve quién está detrás.
--Hola... Kris--.
Es la profesora Alphys.
"SLKASCFDSÑLFJOAEOPFXSODFSWFKFKPSKP", piensa Kris.
Kris desearía estar enterrado bajo tierra.
Literalmente no podría haber una peor persona en este supermercado. ¿Por qué? ¿Por qué Alphys? ¿Por qué justo HOY tenía que hacer sus compras la persona que los pilló a él y a Susie en ese momento tan vergonzoso e íntimo?