Louis se iba a matar. Estaba cansado de la vida, de existir, de tener que seguir respirando en un mundo en el que todos parecían tener una vida color de rosa menos él. De acuerdo, quizá estaba exagerando un poco y se estaba ahogando en un vaso con agua, pero igual se estaba ahogando.
Su casa solía ser el problema principal en su vida. Cuando estaba afuera era él mismo, irradiaba una energía de felicidad que contagiaba a todos y su sonrisa iluminaba a los demás, era alguien con el que todas las personas quieren estar. Pero a penas cerraba la puerta principal y se adentraba en aquel edificio que hace varios años dejó de ser su hogar todo cambiaba. No había noche en la que no llorara, y si no lo hacía era porque se desvelaba creando escenarios en su cabeza en el que él era feliz.
No todo estaba tan mal, sus dos hermanos menores eran una de las pocas razones por las que seguía con vida. Si centralizamos más el problema el reflector va a sus padres, un par de banderas rojas andantes que tapaban cualquier rayo de sol que lograra atravesar las nubes que tenía sobre su mente.
Dicen por ahí que las personas deben ser su propio lugar seguro, pero Louis no podía ser el suyo. Quedarse él solo con sus pensamientos era peligroso, siempre que pasa termina teniendo episodios de depresión o haciendo planes de suicidio.
Sus muñecas no estaban limpias. Había logrado 6 meses sin ningún tipo de autolesión y se sentía extremadamente orgulloso de eso, pero no aguantó más. Ahora a penas y consigue una semana limpio.
Sabía que tenía que dejar su casa y huir de ahí, pero no sabía cómo. Tenía suficiente dinero para unos meses de renta, pero también tenía que pensar en la comida y la universidad, tendría que trabajar y buscar un medio de transporte para ir imy regresar.
Louis encontró una plataforma de escritura en la que podía plasmar sus historias y compartir la parte linda de sus pensamientos. A veces, cuando se sentía abrumado, usaba a los personajes que había creado para expresar como se sentía, usualmente ayudaba.
Sin embargo, se había quedado sin lugar seguro. Aquel artista que escuchaba diario y que sentía que lo abrazaba con sus palabras se había ido, hizo un tour y se había ilusionado demasiado con ir, al no alcanzar boletos la caída a la realidad fue muy dura, tanto que incluso cayó en un episodio depresivo y las canciones que una vez lo hicieron sentir seguro ahora eran como una puñalada al pecho con la daga más hermosa jamás hecha. Su mejor amiga había entrado también a la universidad y no quería distraerla con sus problemas. Sus hermanos estaban pequeños y no entenderían todo lo que estaba pasando, además tenía la presión de ser el hermano mayor perfecto. Su familia siempre justificaba a sus padres.
Sus padres, quienes alguna vez le juraron amor incondicional se convirtieron en los monstruos de su historia. Se todas las palabras que le habían lanzado, las que más le dolieron fueron aquellas mencionadas cuando confesó que no se había matado por sus hermanos: su madre le dijo que la actuación de le daba muy bien y debía trabajar de eso, y su padre le dijo que se dejara de hacer pendejo y que lo hiciera de una vez. Sus padres narcisistas que siempre lo presumían como mono de feria, nunca como el mejor hijo, sino como el niño que tenía los mejores padres. Sus padres que le recordaban que habían criado a un inútil que no sabe hacer nada. Sus padres que esperan calificaciones perfectas en la escuela pero no todo el proceso para tenerla. Sus padres que clamaban un apoyo incondicional pero siempre le ponen un pero para apoyarlo en sus sueños. Sus padres que destrozaron su autoestima desde que era un niño. Sus padres que le jodieron la vida.
Louis se dormía todas las noches rogando a todos los dioses no despertar. Louis planeó su muerte tres veces y escribió dos cartas de suicidio. Louis seguía con vida porque quería probarse a sí mismo que un día iba a brillar, que un día contaría su historia y ayudaría a más niños a superarse.
Tenía día buenos y días malos, la mayoría eran malos, pero los buenos eran increíbles. Esos recuerdos los guardaba en su corazón y le daban calor cuando se sumergía en el frío de la tristeza. Por el contrario, en los malos a penas y tenía energía para salir de la cama, para comer, para pensar, esos días simplemente existía, como en automático.
Louis quería morirse. Louis rompió su semana limpia de cortes. Louis fingía estar feliz. Louis soy yo
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One Shoots ¦ Larry Stylinson ¦
FanfictionEmpecé este libro después de verme en la necesidad de escribir las historias que me invento cuando veo ciertas cosas de los chicos. Espero las disfruten.