-mi niña... tienes que ser fuerte...- dijo la familiar voz con tono de preocupación y nostalgia -¿a que te refieres?- dije apenas audible, un nudo en mi garganta se hizo presente mientras intentaba ver el origen de aquella voz.
-prométeme que serás fuerte incluso si te llegamos a hacer falta en algún momento...- manifestó la sombra quien procedió a sujetar mis manos aferrándose a estas -¡¿mamá a que te refieres?! papá está conmigo... mamá me duele el brazo... me asustas...- exclamé mientras veía lagrimas caer por el rostro de aquella silueta, mi brazo comenzó doler debido a su fuerte agarre hasta que algo repentinamente la alejó de mi haciéndome despertar de golpe.
Abrí mis ojos, mis manos aun temblaban por aquella pesadilla mientras que lagrimas dejaban su marca en mis mejillas para finalmente desaparecer en las sábanas de mi amplia cama. Suspiré agotada y limpie mi rostro intentado contener las lágrimas qué amenazaban con escapar, me levanté de la cama y fui a darme una ducha. El agua tibia era buena para despejar la mente; lagrimas volvieron a caer mezclándose con el agua mientras me perdía en mis pensamientos cuando un repentino ardor me hizo volver a la realidad, mire el lugar de donde provenía el ardor; era mi brazo; supongo que a esto se le llama efectos especiales.
Me dirigí a la cocina para desayunar -es rara verla sin Bobi señorita- Comentó Samantha mi criada/niñera mientras me servía el desayuno... Era verdad me había sumido tanto en mis pensamientos que ni siquiera noté que Bobi; mi oso de peluche; no estaba a mi lado -¿me ayudas a buscarlo Sam? no se donde lo dejé, hasta donde recuerdo me quede dormida jugando y mágicamente desperté en mi cama- digo con una sonrisa a lo que Sam asintió accediendo a mi petición. Luego de desayunar di por iniciada mi gran misión de encontrar el tesoro perdido en este gran castillo junto a mi fiel secuas Samantha -oh no! el malvado perro de tres cabezas custodia la entrada a la torre donde se encuentra su amado tesoro!- exclamó mi secuaz apuntando a una feroz bestia que custodiaba la puerta que aprisionaba a mi preciado tesoro -¡no dejaré que me derrote!- dije confiada mientras sacaba una afilada espada para luchar pero mi poder era tanto que asustó a la bestia huyendo del lugar, reí con arrogancia y me encamine al interior de la guarida del criminal qué había robado a mi querido boby, al entrar mis ojos se encontraron con los de mi padre al final de una larga mesa con otras personas sentadas a lo largo de esta. Mi padre me indicó que me sentará en el sillón. Era raro que se ocupara esta sala... ya que estaba destinada a situaciones de gran importancia con "inversionistas", mi padre usualmente era muy tranquilo, tenia solución para todo... nada era tan grave como para ocupar esta sala.Luego de una larga pausa mi padre estrechó su mano con la del "inversionista mayor"; supongo; todos se retiraron dejando a mi padre muy consternado... su rostro lo expresaba muy bien. Me acerque lentamente: "papá?", la expresión de mi padre cambio a una mas suave al escuchar mi voz. -hola Princesa ¿Cómo amaneciste?- dijo con un tono alegre mientras estiraba su mano para acariciar suavemente mi mejilla esperando por mi respuesta -¡muy bien! estaba jugando con Sam a buscar a Bobi dentro de un castillo custodiado por un feroz perro...-Comenté emocionada a lo que mi padre respondio mientras alzaba una ceja soltando una leve risa -¿feroz? te refieres a chip?- De pronto un pequeño perro blanco y esponjoso como una nube entro al cuarto ladrando lanzándose a las piernas de mi padre... Dejándome en ridículo -lo siento princesa pero chip es de todo menos aterrador y feroz- Dijo mi padre mientras tomaba a chip y le daba caricias... Fruncí el seño -¡en mi imaginacion se veia mas feroz!- algo no estaba bien, papá nunca le hacia cariño a chip ya que le producía mucha alergia. -papá ¿estas bien?- pregunte preocupada mientras veia las manos de mi padre comenzar a colocarse rojas, Papá me miró con confusión ante mi pregunta y asintió seguido por un: "¿porque la pregunta?". Señalé sus manos -es solo que nunca le haces cariño a chip y mucho menos ocupas esta sala...- Papá me dedico una sonrisa algo triste -igual a tu madre... me conocen tan bien...- Dijo con una sonrisa forzada para seguir hablando: "Solo fueron unas personas que me tenían una oferta que no me dejaron rechazar", Suspiró mientras hacia que chip se bajará de su regazo para luego tomarse una pastilla para su alergia. Era claro que no me estaba diciendo todo -¿asique estabas jugando con Samantha?- comentó cambiando de tema -bien yo seré el monstruo que custodia tu amado tesoro... el cual conoce tu mayor debilidad...- dijo mientras una sonrisa malvada se formaba en su rostro; oh no... acaso era... el regreso de "él"?... acaso el monstruo de las cosquillas estaba devuelta para cobrar su venganza?. Chillé al ver como mi padre asentía como si me hubiera leído la mente, salí corriendo de la oficina intentando esconderme mientras sentia los pasos de aquel monstruo detras de mi. Estaba ocultándome en un oscuro cuarto dentro de aquel castillo, mi respiración estaba muy agitada mientras escuchaba los pasos del monstruo alejarse... suspiré aliviada... encima de unas lozas, iluminado sutilmente se encontraba Bobi: "al fin te encontré"... Bobi miro aterrado a la puerta que estaba a mis espaldas la cual comenzó a abrirse lentamente... ahí supe que mi fin había llegado. Con mucho miedo lancé a Bobi fuera del cuarto: "¡escóndete y sobrevive por mi!"dije aceptando mi cruel destino. Moriré... el monstruo de las cosquillas al fin conseguirá su objetivo.