Querido diario
Aún me sorprende que vuelva a escribir aquí, es decir tras cantarle a los niños y que ellos se quedarán dormidos, los 7 terminaron de entrar, me explicaron las reglas.
1. No intentaría escapar.
2.Me quedaría en la habitación con los niños, hasta que fuera el horario de comida, las cuales teníamos que pasar con los 7 y a veces con los integrantes de la liga.
3. Los horarios son: desayuno 8:00 am, almuerzo 1:30 pm, cena 7:00 pm.
4. Pará los objetos de limpieza, al día siguiente me los entregarían.
5. No harían nada malo en contra de los niños o en contra mío, si cooperaba con ellos.
6. De nada servía gritar, porque las habitaciones eran insonoras.
Luego me entregaron el diario con unas mantas de más y me dijeron donde se encontraba el catre.
De eso va una semana, debo decir que la primera vez que cenamos juntos, fue demasiado incómodo, decidí ignorar el silencio y les di de comer a los niños, que no podían mantener los ojos abiertos por el sueño que tenían. ( Eri y Kota tienen 7 años, Izuku los salvo en su tercer año cuando los niños tenían 4 años). Así pasaba cada vez que cenábamos, yo les daba de comer a los niños y luego comía yo; en los desayunos y almuerzos, los niños comían solos y hablaban de cualquier cosa, luego agradecían la comida y volvían al cuarto, mientras yo recogía los platos y los lavaba, agradecía y me marchaba al cuarto.
Pueden que sean villanos, pero nos han tratado bien, no nos dejan morir de hambre o nos torturaban.
Se que debería intentar escapar, pero por alguna razón se siente bien estar aquí. Decidí no pensar en el hecho de que este lugar se sentía cálido.
En cuanto a lo que hacemos mientras estamos en el cuarto, les enseño a los niños lo que deberían estar viendo en la escuela, además los ayudo a controlar su quirk y que no se lastimen, no les exijo mucho, cuando lo logran controlar los felicito y lleno de muchos besos y abrazos.
A veces noto como alguno de los 7 entra sigilosamente a la habitación, según ellos nadie se da cuenta, pero tras tanto tiempo siendo un quirklees aprendí a analizar todo y observar, escuchar cuando hay alguien cerca.
ESTÁS LEYENDO
Querido Diario
RandomHabia empezado a escribir ese diario para desahogarse por todo lo que lo atormentaba, terminó siendo su cofre para sus sentimientos. Se suponia que era un indefenso diario, no una bomba que amenazaba con destruir la "vida perfecta" que todos creian...