𝗢𝘁𝗵𝗲𝗿 𝗪𝗼𝗿𝗹𝗱¹, Peter Parker

𝗲𝗶𝗴𝗵𝘁. 𝗆𝖾𝗆𝗈𝗋𝗂𝖾𝗌

—C H A P T E R     E I G H T—

Memorias.

Las memorias son un mar inmenso de recuerdos que atesora nuestro corazón o que detestamos y nuestra mente ama arrojar en cada oportunidad que se le presenta.

Más allá de todo ello, contenían una lección o una advertencia que nos preparaba como seres humanos para la vida y lo que habríamos de enfrentar.

—¿Damas primero?—Pregunta con un tono de gracia el arácnido.

El par, que amablemente le comentó y pidió al equipo un poco de tiempo para aclarar algunas dudas, que gentilmente ellos aceptaron esperar; se encontraba en la terraza de la institución, ambos sentados en el suelo.

—Arañas primero—Respondió ella con el mismo tono, una sonrisa de lado plasmada en su rostro—Cuéntame sobre... —Hizo una pausa.

No es que le molestara hablar de ella, de hecho, Gwen se oía como alguien especial y extraordinaria que inclusive le habría gustado conocerla.

Así como dejó una lección de vida en Peter, quizás le hubiera dejado una a ella más específica y factible sobre cómo procesar o sobrellevar el duelo.

Sinceramente ya no tenía idea de lo que estaba pensando, así que siguió con lo suyo.

—Estas roto, Peter—Continuó. Un suspiro pesado se escuchó de parte del nombrado—Y yo quiero repararte.

—Estos años—Se animó a hablar, aunque por dentro sentía una opresión en el pecho—He permanecido de pie, creo que aún puedo hacerlo—Concluyó con una sonrisa forzada, su cabeza cabizbaja y sin mirarle a los ojos.

Suspiró. Pero ella no se rendiría tan fácilmente.

—Cuando tú salvas al mundo—Mencionó—¿Quién te salva a ti?—Cuestionó observándolo.

El arácnido alzó un poco su cabeza y se giró a verle, ella asintió y colocó su mano sobre su hombro, tratando de brindarle el apoyo que necesitaba.

—Cuando era niño—Inició el relato—Mis padres me dejaron con mi tío Ben y mi tía May—Informó. Diversos recuerdos divagando por su mente en el proceso—Nunca me dijeron por qué o a dónde se dirigían—Sonrió con nostalgia—Cuando tenía diecisiete encontré un viejo maletín de mi padre, inicié mi búsqueda de respuestas. No me hizo sentir mejor—Admitió ahora observando los edificios—Obtuve los poderes en el proceso, y también perdí personas por ello. Personas que no tenían que pagar por mi cobardía e ignorancia....

—Peter...

—Espera—Interrumpe mirándola—Por favor—Murmura, a lo que ella asiente—Perdí al tío Ben. Luego al Capitán Stacy, padre de Gwen—Las cejas de la fémina se alzan hacia arriba con asombro—Él me hizo prometerle que sacaría a Gwen de mi vida, para que no estuviera en peligro; en cambio, yo la dejé morir—Murmuró en un hilo de voz, haciendo sus manos un puño en el proceso—Ella era valiente, y muy aferrada a lo que creía, y sabía lo peligroso que era estar conmigo—Rió con amargura ante eso—Ella se merecía más.

—Tú mismo acabas de decirlo—Él se gira a verle, sus ojos empañados con las lágrimas que amenazaban con salir—Ella.. Todos—Corrige—Tomamos decisiones a lo largo de nuestra vida, la mayoría suelen ser peligrosas y sabemos de sus posibles consecuencias.

—Tenía un mejor amigo—Siguió con la narración—Estaba enfermo, y quería la sangre del Hombre Araña. Le pidió ayuda a Peter Parker para convencerlo de donarle su sangre, pero lo que Harry no sabía era que mi sangre podía matarlo—Comentó entredientes—Se enteró de todo, y tomó a Gwen, la lanzó desde un lugar muy alto y la atrapé—Su labio comenzó a temblar—Pará él aún no era suficiente, y se acercó a nosotros y comenzó a golpearme. Yo sostenía a Gwen con una telaraña, y unos engranajes la cortaron.... Y ella cayó. Y yo no pude....

Su cabeza rápidamente decaé hacia abajo, un suspiro pesado se escapa de sus labios mientras sus brazos se recargan en sus rodillas.

Aprieta sus ojos con fuerza, intentando retener las lágrimas, y aún así, algunas logran escapar.

—Gwen sabía lo peligroso que era todo eso, y aún así decidió estar contigo—Habló ella inclinándose un poco—Cada Peter debería saber, que las decisiones que los demás tomen no tienen que repercutir en ellos mismos, porque no es su culpa. No pueden obligar a nadie a cambiar su moral, su manera de vivir o lo que sea; si esa persona no desea cambiar.

El arácnido le observa de reojo—Pero...

—No—Le señala con su dedo índice—La decisión que cada persona tome es suya, y no importa cuál sea, se debe respetar y aprender a vivir con ella y sus consecuencias—Reafirma con su labio tembloroso.

Rápidamente se levanta y se posiciona delante de él.

—Así que te vas a levantar, vas a seguir adelante y sanaremos tu roto corazón—Extiende su mano derecha hacia él, quien le observa en el proceso—Porque es lo que ella y todos queremos que hagas: que sigas con tu vida y la vivas.

Los ojos del arácnido escanean por unos segundos, que parecen siglos, el rostro de la fémina observando con detalle y una percepción diferente lo que hay en ella.

Dicen que los ojos son las ventanas al alma de cada persona, y desde su perspectiva, conoció a una chica que estaba tan rota como él y que trataba de encontrar su propósito en el mundo, cuando él propósito ya era claro.

Ser la luz, la guía, quien te levanta y da esperanza en medio de la tormenta.

Ya fleché a Peter 3, va a faltar la rayis y proseguimos a lo de la película

* Risa malvada *

©-mandaloriana76