La declaración

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Only you
Can make this change in me
For it's true
You are my destiny
When you hold my hand, i understand
The magic that you do do
You're my dream come true
My one my one my one and only you

Only you, The Platters.



Había algo muy claro para Peter, y era que Bucky no había contratado a Wade solamente para hacerlo reír o ser una sombra cuando fuera a la universidad. Esos Alfas arrastrándose lejos de ellos dos empapados en sangre, sujetándose un brazo fracturado o su boca de donde escurría sangre decía lo bien entrenado que estaba su guardaespaldas, hasta donde era capaz de llegar con tal de que ninguno de sus secuestrados le pusiera una mano encima. El joven Omega tragó saliva, sujetándose mejor del abrigo de Wade que tenía puesto, ahí agazapado en la esquina de ese viejo almacén sintiéndose el más idiota de todos los Omegas.

Felicia le había armado una pequeña, entiéndase de dos personas, fiesta tardía de cumpleaños pues la linda chica tuvo una gira esos días. Peter estuvo muy contento y agradecido por el gesto, no viendo nada de malo en quedarse un poco más mientras se le bajaba el alcohol que había bebido bajo el cuidado de Felicia, quien de paso había estado ayudándole a desenmarañar los hilos de su corazón. Nunca en la vida pensó que al regresar se encontraría con un Alfa reclamándole como si le perteneciera... lo que de cierta forma era cierto, más el alcohol, la charla, que estaba cansado y la pasada reunión con su Tía May habían armado un huracán en la mente de Peter, terminando con esos reclamos que ahora se le antojaban de lo más ridículos.

—Tranquilo, Petepay, te sacaré de aquí.

—Wade...

Cuando había estado con Tía May, Gwen y Harry, entre los tres le habían confiado que estaban hablando con un abogado para liberarlo de Steve Rogers pese a que les juró que este no le había puesto ni un dedo encima para su desencanto. Seguía tan intacto como cuando no era nadie a los ojos de los demás. Parte del joven Omega estaba ya desesperado por pasar a algo más con el rubio, otra parte sí quería ir corriendo de vuelta a los brazos de su tía y una tercera parte no sabía qué hacer como esos políticos cobardes buscando pretextos para no tomar parte en alguna situación importante del mundo.

Nunca pensó que salir huyendo en una moto a hacer un berrinche en las afueras terminara con un secuestro. Una camioneta le alcanzó, brazos lo jalaron antes de siquiera parpadear, luego ahí estaba Wade rompiendo hocicos al tratar de sacarlo sin lograr nada más que ser llevado a su lado porque ese Alfa bromista se había convertido en una máquina de pelear rompiendo huesos como si le pagaran por ello, cosa que también era verdad. Los dejaron en ese almacén porque Wade no dio su brazo a torcer y fue imposible para esos secuestradores de rostros europeos hacer algo más. Al menos les había echado a perder sus planes originales.

—Lo siento —musitó Peter mirando con ojos húmedos a su guardaespaldas.

—Para lamentos están los cementerios, baby boy.

—No quise...

—Bah, un drama más, un drama menos. Lo importante ahora es sacarte de aquí, estamos cerca de los puertos, creo que pretendían llevarte a un barco.

—¿Quiénes son estas personas, Wade?

—Es raro, pensé que serían de esos tipos que venden Omegas en el mercado negro, solo que se están tomando demasiadas molestias. Ya nos hubieran apaleado con químicos o algo. No quieren desacomodar ni uno solo de tus cabellos, por decirlo de alguna manera.

—¿Por qué? ¿Alguien... alguien me está buscando?

Wade le miró, tronando sus nudillos que sacudió algo adolorido de estar usando en las últimas horas.

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