capítulo 16

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Pensar, pensar, pensar y pensar era lo único que lograba hacer y hasta eso aveces no podía.

Ya había pasado su etapa de negación y su etapa de confusión

Lo supo cuando tuvo entre sus brazos a la pelinegra, ahí acostadas en la cama de su habitación una semana después de haberse besado y quedado dormidas en la sala de Chaeng

Lo supo cuando está le dijo que por favor la amara y que no la rechazara por esa razón.

Prácticamente le rogó que no la odiara por eso y le dio todo un sermón innecesario sobre por qué no era su culpa ser como su abuela.

Mina solo le sonrió y dejó un beso en las mejillas de la chica.

Eran jóvenes, no sabían que les traía el futuro, no sabían que pasaría después, no sabían si el universo les daría la oportunidad de estar juntas.

Tenían casi 16 años, edad en la que es fácil lastimarse.

Todos se lastiman a los 16, todos sufren a los 16.

Los padres de Mina definitivamente serían una carga pero estaba segura de poder encargarse de eso.

No se decían nada, solo se abrazaban y se besaban en secreto.

No por que no quisieran si no por que no sabían que decir ya lo habían dicho todo, ya todo estaba claro entre ambas pero ninguna sabía qué hacer.

Les gustaba estar cerca de la otra, les gustaba entrelazar sus manos, les gustaba abrazarse y decirse que todo estaría bien, les gustaba besarse y sentirse en el cielo.

No querían dar explicaciones, y habían llegado a decir que tenían miedo de que lo suyo no funcionará y solo perjudicará su amistad.

Querían estar unidas siempre.

En la escuela no pasaba mucho, aveces se iban a la cancha a sentarse a ver los partidos, aveces se encerraban en los vestidores y se pintaban las uñas.

Sus amigas no decían nada pero les gustaba mirarlas ser tan ellas, una nueva versión de ellas estaba saliendo a flote, parecían niñas pequeñas descubriendo cosas, la forma en la que se miraban era tan tierna y la forma en la que se sonreían era aún más linda.

Lo ojos de ambas emanaban un brillo intenso al mirar a la otra.

justo ahora se encontraban en sus respectivos lugares en la clase de inglés, Chaeyoung amaba a la clase de inglés pero justo en ese momento amaba más a Mina y el brillo de su rostro al estar justo enfrente de la luz del sol, su cabello castaño a lado de su hombro y en ese suéter rosado que le había regalado su madre días antes.

Ya lo había dicho muchas veces pero no sé cansaría de decir cuan hermosa era Mina, el lunar de u nariz le daba el toque.

Mina era como una princesa y Chaeyoung amaba admirarla en cada momento, en secreto y en público.

Chaeyoung la comparaba con orquídeas o tulipanes, tan delicada y tan hermosa.

Había bajado dos lugares y todo por que Mina la distraía con solo respirar, se había jurado que subiría de calificaciones para el próximo bimestre pero lo veía muy imposible.

De todas maneras Mina se ofreció para ayudarle a estudiar, estudiaría juntas pero estaban mintiendose ya que no dejaban de besarse y abrazarse toda la tarde mientras deberían estudiar.

La clase terminaría en unos minutos, en cuanto eso pasará saldrían corriendo a casa de Chaeyoung pero la maestra no las dejo, más bien no dejo que Chaeyoung corriera hacia Mina.

—Son Chaeyoung necesito que te quedes después de clases.

Chaeyoung asintió y camino hacia la profesora una vez que la clase terminó, dándole una mirada a Mina mientras está solo le tocó el hombro para consolarla.

☁︎ Hᴇᴀᴠᴇɴ - MɪᴄʜᴀᴇɴɢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora