Riren: He's Hurting Out There (One-Shot)

"He's Cold and Dangerous - Parte 1".

"Quiero decirte... que estarás a salvo conmigo".

Sí, claro. Eso le dijo el lobo a Caperucita antes de comerla. De hecho, ser comido hubiera sido menos doloroso y me habría quedado con más dignidad de la que tengo ahora.

Pensé que viviría un final feliz... pero sólo vivo un completo infierno.

Cuando lo conocí no parecía tan malo. Tenía varios amigos, era muy popular entre las chicas y a veces sonreía. Me sentí muy afortunado cuando correspondió a mis sentimientos, y sin saberlo me adentré a la boca del Lobo.

Me escabullí a la sala sin que él lo notara, nunca se levantaba tan temprano. Me senté frente a nuestro sofá y agarré el teléfono, otra llamada desesperada para Hanji. Ella era mi amiga de infancia pero lo conocía aún más que yo, razón por la que seguía su consejo y continuaba con esta relación.

- Hanji...- gemí en un susurro presa de las lágrimas.

- ¿Eren?, ¿qué pasa?, ¿estás bien?- preguntaba mi amiga, su preocupación pasaba a través del teléfono.

- No...

- ¿Pasó algo?

- Es... Es Levi...- pasaron unos segundos antes de que colgara el teléfono.

Esta vez, y como todas las veces, ella venía de camino. Nuestras casas no estaban lejos pero corría el riesgo de despertar al Lobo y nos iría mal a ambos.

A los pocos minutos tocaron levemente la puerta. Hanji sabía que Levi y yo no hemos estado bien últimamente por eso trataba de estar ahí para mí cada que lo necesitaba; y mucho más ahora que Levi cada vez mostraba menos paciencia conmigo y más ganas de pelear.

- Eren, ¿qué pasó?, ¿estás bien?, ¿no te hizo nada?- preguntó mi amiga sentándose a mi lado y revisando las partes visibles de mi cuerpo buscando alguna prueba de agresión.

- No, estoy bien pero... Hanji, creo... creo que tengo miedo...- le dije ocultando mi cara entre mis manos. Ella me rodeó con sus brazos en un cálido abrazo.

- ¿Él te ha tocado?, ¿te ha golpeado, Eren? Si es así, debes decírmelo. Recuerda que no debes quedarte callado por mucho miedo que le tengas.

- Hanji, él me da miedo... Ha cambiado. Se ha vuelto más agresivo y... temo que pueda dañarme. Se ha convertido en un monstruo, Hanji... Él es un monstruo...- ella me escuchó silenciosamente mientras hablaba y me consoló mientras lloraba.

Debí quedarme callado.

No debí llamarla.

Debí haber prestado más atención al sonido de los pasos bajar las escaleras.

Porque el Lobo acechaba a su presa.

Obligué a Hanji a que se fuera a casa y más tarde estaba hablando con ella por Facebook:

>Hanji: ¿Estás bien, Eren?

>Tú: Seguro, no tienes que preocuparte tanto.

>Tú: Espera, él viene...

>Hanji: Sabes que si algo pasa puedes hablar conmigo.

Iba a contestarle que contaba con ella pero el Lobo apareció aventando mi teléfono con ganas de pelear.

- ¿Con quién está hablando?- me preguntó con ese tono frío que lo caracteriza.

- C-Con Hanji...- le contesté encogiéndome en el sofá.

- Mientes. ¡¿Con quién estás hablando?!

- ¡Con Hanji!- me atreví a gritar. Gran error.

- ¡A mí no me gritas, mocoso!- me reclamó antes del golpe. Fue rápido y doloroso. Un puñetazo propinado justo en mi ojo izquierdo. En la mañana estaría rodeado de un color morado.- Sube.