Capítulo 6

74 9 2
                                    

Octubre

Regreso de la cocina con una taza de té calmante y el celular de Sofía que lo encontré en el suelo en camino a la cocina. Me acerco a Sofía que esta un poco más calmada, le entrego su té y su celular, y me vuelvo a sentar a su lado.

—Lo siento, pero el vidrio de la pantalla se jodió —digo algo apenada.

—¡Ese hijo de la gran puta! ¡Boludo de mierda!¡Concha de la lora! ¡Come cuando hay! ¡Me las va a pagar! El karma existe—trato de ahogar mi risa porque no es el momento preciso para reírme, pero Sofía siempre ha sido muy "Argentina" cuando quiere insultar a alguien — y tanto que me costó este celular, ahora me van a querer cobrarme los ovarios para querer arreglarlo —expresa con mucho pesar en su voz.

—Bueno, por mientras te puedo prestar mi viejo celular hasta que la tuya salga del taller, y no te preocupes por el gasto del arreglo, yo lo pago, es lo menos que puedo hacer por el daño que te hizo Armando.

—Hey, no quiero que te culpes por esto, esto no es culpa mía como no es culpa tuya, es la culpa del cara de culo de Armando; que por cierto debería ser castrado y que su miembro sea hecho en mil pedacitos por todo lo que a mi me importa —no lo puedo evitar y me echo a reír, y Sofía me acompaña.

—Pero ¿Estás bien? ¿No te pego o te lastimó? — preguntó inspeccionandola.

—Si, estoy bien, solo me sacudió un poco, pero voy a estar bien, solo estoy un poco nerviosa —nos quedamos en silencio por unos segundos—¿Él te ha hecho algo así a ti?— me pregunta Sofía, y la observo confundida — ¿Él te ha puesto las manos encima? —alejo mi mirada un poco apenada y asiento con la cabeza.

—Pero sólo fue una vez, unos meses antes de conocerte. Habíamos ido a una fiesta, tu sabes que no soy mucha con las fiestas, pero Armando quería ir, y como eran todas las cosas en nuestra relación, lo que Armando quiere, se hace. Después de estar en la fiesta por unas horas, regresamos a su apartamento en un taxi porque él estaba un poco tomado para estar manejando; la noche había sido tranquila, en la fiesta él había sido un amor, llenandome de cariño y dándome su total atención, así que cuando hizo lo que hizo, no lo había visto venir. Estabamos en su cocina buscando algo que comer cuando yo comencé a burlarme de él por la forma tan ridícula que bailaba en la fiesta, no lo hice con maldad, era muy inocente, pero él no lo tomó de esa forma. Tenía un plato de cereal en mis manos cuando vi que la expresión de Armando cambió, y antes de que yo podría decir algo, él me agarró del cuello y empujandome contra la pared, haciendo que todo el cereal se cayera en mi vestido y en el suelo. Sus ojos estaban dilatados y no lo reconocía, él no era el hombre que había sido mi novio de toda la vida. Todavía me acuerdo de sus palabras "¡Nunca más en tu miserable vida vuelvas a burlarte de mi, a mi me respetas! ¡¿Entendido?!" asentí con terror y lagrimas en mis ojos, y es allí cuando me soltó. Al día siguiente actuó como si nada hubiera pasado, y allí supe que no debía enojarlo. Le tenía miedo Sofía, y no supe como salir de esa relación y no sabía si quería, él siempre me hizo pensar que nadie me iba querer más que él, y que sin él yo no era nada. Creo que si él no hubiera terminado las cosas, yo todavia hubiera estado con él —me limpio una lagrima que se me escapó, me siento como una tonta por dejar que todo esto pasará, como pude ser tan ciega y no ver que lo que él hacía no era amor, sino me estaba controlando y manipulando.

—Lo siento mucho amiga —Sofía se acerca y me regala un abrazo sincero —no te merecías eso y te entiendo como te sientes, porque me paso algo similar —la quedo observando confundida, Sofía siempre ha sido la fuerte de nuestra amistad, no aguantando paja de ningún hombre, lista para cortar huevos y enfrentarse a cualquiera, por eso no entiendo que me quiere decir —Yo tenía 15 años cuando conocí a Luis, era un nuevo vecino mío y me atrajo desde el primer día que lo vi (hormonas de adolescente) el era 4 años mayor que yo, pero eso no importaba porque para mi era "cool" estar con un hombre mayor. Comenzamos hablando por saludos casuales, y un día él me pidió mi numero, y claro, siendo él mi crush, yo se lo di. Él me escribía cosas bonitas, y lo hermosa que era, y con cada mensaje yo me estaba enamorando de él. Una noche, mientras mensajeabamos, me pidió que el día siguiente nos escapáramos a dar una vuelta, y de nuevo, yo súper tonta y enamorada, le dije que si. No fui al colegio ese día, más bien, lo esperé a unas cuadras cerca de colegio para que fueramos a dar una vuelta, y él llego en una moto, me monté y nos fuimos lejos donde nadie nos podía molestar. Me llevo a un parque de juegos mecanicos, y pasamos un día espectacular juntos. Regresamos al colegio a la hora de salida para que mis padres, que venían a recogerme, no sospecharían nada. Ese día me pidio que fuera su novia y nos besamos por primera vez —estoy atenta a su relato, aunque para Sofía parece que esta regresando a un lugar oscuro de su mente que juro nunca regresar — Él me hizo jurarle que no le iba a contarle a nadie, y que teníamos que mantenerlo en secreto por el momento (ahora sé que era porque yo era una niña y él era mayor de edad, y esa "relación" era ilegal) yo acepté porque me parecía super romantico tipo Romeo y Julieta, y nuestro amor era prohibido. Al inicio todo era perfecto, me trataba muy bonito y de vez en cuando nos escapábamos para hacer citas. Unos meses después que nos hicimos novios, él me pidio que hiciéramos el amor, en unos de nuestras escapaditas, yo le dije que no estaba segura si estaba preparada porque no había hecho algo así antes, pero él me manipuló diciendome "¿Es que no me amas?" "Si me amas tanto como yo a ti, deberíamos llevar nuestra relación al siguiente paso" pues siendo que yo estaba muy enamorada, insegura de mi misma y temorosa que me iba a dejar por otra mina más experimenta, terminé accediendo, aunque me arrepiento mucho de haberlo hecho porque no estaba preparada y me acuerdo no haberlo disfrutado las veces que los hicimos, porque era muy fuerte y apresurado, y terminaba adolorida y insatisfecha. Pero Luis era mi primero en todo, así que pensé que así eran las relaciones y el sexo —las lagrimas callen delicadamente por el rostro de Sofía, pero aun asi continuó —El abuso fisico comenzo casi al año de ser novios. Una noche mientras mensajeabamos me pidió que nos escapáramos de nuevo, ahora las espaditas que antes eran citas bonitas y inocentes, se habían convertido en solo ir a un apartamento que era de un amigo suyo para tener sexo, y yo ya no quería eso, así que comencé hacer excusas para que no podíamos hacer nuestras escapaditas, y solo los veíamos de vez en cuando, y dabamos   besos y abrazos. Una mañana cuando llegue al colegio él me estaba esperando en la entrada, y comenzamos a discutir, él estaba molesto porque ya no nos escapábamos, y yo le decía que tenía miedo que nos encontraran, y estaba muy atrasada en mis estudios, pero todo eso era mentiras, realmente no quería estar íntimamente con él. Me acuerdo que ese día me agarro y me sacudió como lo hizo hoy Armando, diciéndome que dejará mis tonterias, y que el día siguiente buscará la forma de escaparme, y aterrorizada le obedecí. Ahora él ya no me preguntaba si quería tener sexo conmigo, solo lo demandaba, y yo tenía que estar disponible para él; empece a sentirme atrapada y quería terminar "la relación". Un día después de sexo, tuve la valentía de decirle qué ya no quería seguir con él, él enloqueció, y me sacudió súper fuerte, tirándome al suelo, y hasta dándome unas cachetadas, pero no suficientemente fuerte para dejar una marca, él sabía lo que estaba haciendo. Diciendome que yo era suya, y que la relación terminará cuando él quería, en otras palabras era su prisionera. Después de ese incidente comenzaron las vacaciones de final de año, así que casi no los mirábamos y eso me tranquilizo un montón, pero mi salud mental estaba hecha trizas. Estaba pasando por una horrible depresión, sintiéndome triste y desesperada porque Luis estaba amenazándome a escaparme, cuando él sabía que no podía, pero con cada mensaje y llamada estaba más violento y agresivo conmigo. Ya no sabía que hacer, y no sabía quién confiar, las amigas que tenía no eran tan de confianza, y si le decía a mis padres, me iban a matar, así que estaba totalmente sola —a este punto estoy abrazando a mi amiga, la pobre a puras cañas puede hablar por su llanto — mis padres se comenzaron a preocupar por mi, porque ya no era la niña divertida que ellos conocían, más bien una cáscara de esa persona. Como padres preocupados, me llevaron a un psicóloga, que sin ella no sería la mujer que soy hoy en día. Gracias a ella me di cuenta que lo que hacía Luis era abuso sexual, fisico y psicológico. Y ella me ayudo a salir de esa relación, diciendole a Luis por una llamada que lo sabía todo, y que lo iba a acusar con las autoridades. Después de eso Luis nunca más me volvió hablar, hasta dejo el barrio en que vivíamos, él sabía lo que había hecho, y por eso se largo. Me dolió darme cuenta que no valía nada para él, y que solo me uso para manipularme y usarme. Estuve en terapia con mi psicóloga por dos años, y ella me introdujo al feminismo, me enseño aprender amarme a mi misma, y me dio las herramientas para que eso nunca más me volvería a pasar.

LA NUEVA MILLONARIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora