Tengo 17

MALDITO DÍA

Soy una persona feliz, estoy agradecida con todo lo que tengo, soy hermosa, tengo una nariz perfecta, mi trasero es grande y mi cintura pequeña, el vecino guapo con cejas gruesas, con abdomen que brilla cada vez que lo muestra y que su sonrisa es igual a la de un ángel es mi novio, es mi novio, es mi novio y es mi n...

-¿Que haces? -Dice mi madre con voz de asustada

Abro un ojo para ver a mi madre en la puerta de mi habitación -Mamá por Dios, te he dicho que no entres, ni me interrumpas ¿es muy difícil hacerlo? -suspiro de cansancio

-No, pero es muy raro lo que haces, me preocupas Nabila

-No te preocupes ma, solo estoy meditando y manifestando para que el vecino de enfrente se fije en mi, porque estoy segura que si salgo en ropa interior ni siquiera se da la vuelta para mirarme, entonces estoy acá tratando de que el universo o Dios se apiade de mi y me ayuden, porque es que no puedo más y solo pido que me dejes meditar un momento, por favor - dije rápidamente

-No tengo idea porque saliste tan rara -dijo con cara extrañada -y te pido de favor que apagues todas estas velas e inciensos porque lo que vas a terminar haciendo es incendiando la casa

-Buena idea mamá, haber si así el vecino se apiada de mi y viene acá ayudar con los escombros -digo con un tono burlón

-Estas loca -dijo cerrando la puerta

Me acosté boca arriba, mirando las pegatinas de estrellas que están en el techo de la habitación. ¿realmente se fijará en mi? yo soy consciente de que soy un ocho y él es un mil; Soy rara, hablo mucho, mi físico no es el mejor, mi único oufitt disponible es la chaqueta tres tallas más, que le robe a mi hermana y que ella se la robo al ex novio, la mitad de mi cabello es azul, mi nariz es grande, tengo cejas poco pobladas y solo tengo cuatro amigos. En cambio él, es todo lo contrario a mi.

Solo pienso que nunca tuve que venir acá, que vivir con mi abuela era lo mejor, ahí estaba bien, era estable, no había ningún vecino lindo que afectara mi estabilidad emocional o que me haga sentir mariposas en el estomago y en otra parte. Maldito el día que decidí regresar a vivir con mi madre.

Nota:

¡GRACIAS! por darle una oportunidad a esta historia

besos y abrazos