𝑶𝑩𝑳𝑰𝑽𝑰𝑨𝑻𝑬| ELLIE WILLIAMS

𝐑𝐚𝐢𝐧

Chapter 1
                  
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La lluvia alcanzaba a empapar todas las calles, grandes bolas de granizo caían por Jackson invadiendo los jardines y pasillos. Había estado lloviendo toda la mañana a una gran fuerza. Lily empezó a caminar a paso apresurado tratando de llegar a su casa y que ninguna bola de granizo cayera a su cabeza y le haga olvidar la memoria.

Lily trabajaba todos los Martes, Jueves y viernes. Su trabajo consistía en atender la enorme tienda de los Brown, una familia de ricos y presumidos. Entraba a las 7 de la mañana y salía a las 8 de la noche. No se quejaba, al menos le pagaban muy bien.

Al dar la vuelta en la segunda calle logró ubicar su casa. Que por cierto estaba llena de granizo. Soltó un bufido y corrió tratándo de no caerse. Al momento de entrar a la casa cerró la puerta y dejó su abrigo en el sillón quedando solo en blusa de tirantes.

-Hasta que llegas.-. Habló su hermano saliendo de la cocina con una taza de chocolate caliente.

-jojo hasta que llegas-. Arremedó su hermana rodando los ojos y soltando una sonrisa divertida.

Tomó la taza de chocolate que su hermano le había extendido, eso era lo único que le faltaba para que su día al menos fuera un poco mejor.

-¿Vas a ir a la fiesta que dará Cassie a las diez de la noche?-. Preguntó Scott tomando asiento en uno de los sillones de la casa.

-No me apetece ir, estoy cansada. Además tengo que terminar mi libro-. respondió Lily dejando la taza en la mesita de apoyo.

-Oh vamos con eso. Nadie va a leer tu libro en plena apocalipsis, Lily.-. Habló con obviedad el mayor de los hermanos.

-¿Y tú cómo estás seguro de eso?, por Dios eres mi hermano, en vez de apoyarme estás diciendo que esto es mala idea.-. infló sus mejillas y lo miro con cara de indignación.

-Bueno, entonces puedes hacer lo que se te antoje.

La chica formó una sonrisa de lado "Lo que se te antoje" entonces se le vino a la mente adoptar un perro o un gato. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por la misma voz de su hermano.

-No Lily. No vas a adoptar ningún perro o gato ¿Entiendes?-. Advirtió Scott y Lily lo miró mal.

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Pasó un rato y Lily se encontraba en su habitación sentada en su escritorio. Su hermano había ido a la fiesta de Cassie así que ella se encontraba completamente sola.

-¿Y si mato a la protagonista?-. Se le vino esa idea a la mente, pero rápidamente negó ya que eso sería demasiado cruel.

Golpeó su cabeza en la mesa y suspiró frustrada ya que no se le venía nada bueno a la mente.

Bloqueo escritor

Recordó Lily las palabras que su abuela le había dicho hace 3 años, la mayoría de las veces, las personas que se dedican a escribir tenían bloqueo escritor, y la única forma de quitar ese bloqueo era salir al aire libre y dejar que los pensamientos invadan tu mente.

No se la pensó mucho y se dirigió a su clóset sacando un suéter azul marino y tomó una liga para amarrar su cabello en una cebolla mal hecha.

Salió de la casa y camino por las vacías calles de su colonia que aún estaban mojadas, ya que hace menos de 20 minutos que había dejado de llover.

Empezó a mirar a su alrededor examinado todo lo que la rodeaba, y entonces una ola de viento frío chocó contra su rostro haciendo que su piel se enchinara. Tardó más o menos 5 minutos para que llegará a el pequeño parque de juegos. Se abrazó a si misma y caminó hacia una banca.

Al momento de querer sentarse y su piel tocará la banca, se levantó de golpe. La banca aún estaba mojada y fría, no tenía otro remedio más que quitarse su suéter y sentarse sobre el.

-Hace mucho frío ¿No es así?-. una voz conocida hizo que volteara a su derecha encontradose con Jake, su novio.

-No mucho, es más, casi nada.-. respondió la chica sarcásticamente. Odiaba que preguntarán lo obvio.

-Aja, lo que tú digas.

-¿Que haces aquí?, Creí que estarías en la fiesta de Cassie.-. preguntó Lily mordiendo su labio inferior.

-Estaba ahí hace unas horas, pero el ambiente no es de mi agrado.-. confesó Jake posando sus manos por la cintura de su novia.

-Drogas y alcohol ¿No es así?

-¡Bingo!

Sabía Lily que las fiestas de Cassie eran un poco desastrosas, siempre había bebidas, drogas y en ocasiones sexo.

-Nunca me han gustado esas fiestas.-. habló Lily en un susurro.

-A mi tampoco, todo se descontrola y al final terminas dormido en una de las mesas.-. dijo Jake acordándose de la vez que se embriagó demasiado al punto de quedarse dormido en la casa de Cassie.

-Lo peor de todo es que si te quedas hasta el día siguiente tienes que ayudarle a limpiar todo el desastre- soltó una risita y escondió su cara en el cuello del chico.

El olor del perfume de Jake no tardó en invadir las fosas nasales de la rubia.

-Me gusta tu perfume ¿Lo sabías?

-Creo que me lo has dicho treinta veces.-. respondió el azabache acariciando el pelo de la rubia.

-Bueno pues ya son treinta y uno

Ambos se quedaron en un silencio comodo mientras escuchaban sus respiraciónes al mismo nivel.

Magnífico, se le había venido una idea increíble a la mente.