La rueda de la fortuna

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¡Holaaa! - Me suelta a mi y a Beth parar adelantarse caminando hacia dos chicas que se acercaban por delante - ¿Por que tardaron? - se detiene delante de ellas - Empezaba a pensar que ya no vendrían.

Alexa no sabía qué ponerse - dice la rubia acusando a la castaña.

La mencionada llevaba una minifalda negra dejando sus piernas al descubierto y una camisa blanca de botones, sus ondulados cabellos castaños sueltos llegaban a sus codos.

Tenia que pensarlo bien - la ojiverde se defiende - ¿Que va a pensar de mí la gente si me ven con cualquier cosa? - se cruza de brazos - ¿Que hay de mi reputación?

Los ojos azules de la rubia se desvían hacia a mi observándome de arriba a abajo - ¿Y quien es esta bella chica? - se acerca a mi - ¿Por qué no nos an presentado? - dice sin desviar su mirada.

Ella es Arya - Beth se acerca a mi.

Ay, hola Beth - voltea hacia ella con una sonrisa en sus labios - No te había notado, lo siento, la última vez que te vi salías con Camila ¿no? Lastima que haya engañado aunque ya se veía venir de alguien como ella - cambia su sonrisa por una expresión triste - en fin supongo que algunas personas no son para otras.

Si. Que lastima - le da una sonrisa fingida.

Tenía que sacar a Beth de esa situación lo antes posible, no se veía cómoda y el ambiente que había tampoco lo era.

Beth y yo vamos a por un helado - la tomo del brazo y la miro.

Uy, ¡Yo también quiero! - Alexa se acerca a nosotras con una expresión emocionada y Yeidi la sigue por detrás - Hace poco vi un puesto de helados ¿vamos?

Ya, por cierto me llamo Abby - sonrió como respuesta y las cinco nos dirigimos al puesto de helados.

Una vez en el puesto de helados cada quien pide el suyo. Durante nuestra larga caminada volteaba a ver a Beth como comía su helado, todo lo que hacía era demasiado.

Estás mal Arya.

Después de jugar muchos juegos variados Beth se acerca a mi.

¿Que dices? ¿Nos subimos? - señala a la rueda de fortuna que se encontraba a nuestra izquierda.

¿Por qué no? - la sujete de su mano y la jale alejamos de las demás.

Beth se encontraba frente a mí observando las luces de la ciudad desde lo alto.

Las paredes del lugar eran de metal y tenían un orificio por donde se podía ver hacia fuera

Es lindo ¿no crees? - desvío mi mirada hacia ellas, desde la altura se veían bien.

Si, lo es - mi mirada se dirigió hacia ella y sus ojos cafés me miraron a los ojos y luego bajaron a mis labios, entendí sus intenciones, corto nuestra distancia dándome un beso salvaje como si hubiera estado esperando tiempo, cerré los ojos y le respondí de la misma manera, coloqué mis brazos por arriba de sus hombros sujetando su cabeza para profundizar el beso y me sujeta de la cadera

Nuestras respiraciones son un caos. Pasa sus manos por mis piernas llegando a mis rodillas y las abre, sin despegar sus labios de los míos se levanta del asiento de aquel juego y se inca quedando entre mis piernas.

Su mano derecha sube lentamente por mi espalda por debajo de mi sudadera, me encorvo hacia atrás al sentir el frió tacto de las yemas de sus dedos por debajo de mi sudadera.

Dirige su mano izquierda hacia mi cadera para bajarla hacia mi entrepierna por debajo de mi ropa, siento como me penetra con su dedo, jadeo de placer entre sus labios y empieza a moverlo en círculos.

Mierda. Estamos en una maldita rueda de la fortuna.

Coloco mis manos en sus hombros y la empujó alejándola, me mira confundida aún con la respiración agitada.

No quiero que me arresten.

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