🌀Capítulo I: Desconocidos 🌀

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De camino a casa, Harry no paraba de pensar, pensar en un chico con ojos azules, sin embargo, se sentía mal por Zack, el hombre que amaba, deseaba estar con él de nuevo, demostrarle que él sería capaz de hacerlo sentir bien y que podía hacer el amor sin sentir miedo.
El enamoramiento no le permitía ver la presión en la que se encontraba y el mal que causaba en sí mismo. Sin darse cuenta había llegado a la estación más cercana a su casa.

Lo primero que hizo el rizado al llegar a casa fue dejar un mensaje al whatsapp de Zack.
Fue un golpe fuerte ver que había puesto una foto con alguien más en sus estados.
«Debe ser un amigo nada más» pensó Harry. Solamente ignoró esto y con desánimo fue a almorzar.

—Mamá, en la tarde debo ir a casa de un compañero, nos dejaron un trabajo de la escuela.

—Genial—Respondió Anne—¿Cómo te fue en la escuela?

—Estuvo bien, aunque un tipo se acercó a molestarme, pero no fue nada grave, solo se fue cuando no le presté atención.

Anne ansiaba por preguntar sobre Zack, pero no quería dañar la cara de alegría que tenía Harry, sin saber que realmente se sentía destruido.

🌀🌪️🌀🌪️🌀

Louis era llevado a casa en su auto de último modelo, manejado por un chofer de la familia.

—¿Crees que mamá se enojará si llevó a un compañero a la casa?

—Joven Tomlinson, no lo sé, usted sabe como es, pero en la tarde no estará, tiene suerte—respondió Ramiro.

Louis no dijo nada más en el resto del camino.

—Ugh, esperaba que Papá estuviera acá—Louis se resignó a comer solo con su madre, que cada vez que podía criticaba la forma tan «sucia» en que comía. Hasta el más mínimo error, hasta agarrar mal el tenedor era causa de una cara de desagrado.

—Mamá, nada de lo que hago te gusta, si me esfuerzo lo ves mal, si no lo hago también, dime que tengo que hacer para que por una vez te sientas satisfecha.

—En la mesa no se habla de esto, pero ya que insistes—se limpió con una servilleta—tus primos hacen todo mucho mejor que tú, parecen ser perfectos, tú siempre haces todo mal, no hay manera en la que hagas algo bien, tus primos han logrado ser lo que son porque se esfuerzan más.

—Mamá...—sus ojos se cristalizaron—Se me quitó el hambre.

—¡No puedes ser tan sensible William! ¡Por todos los cielos!

Louis sentía ira, tristeza, se sentía solo, su madre, quien debería de ser su refugio, era la peor persona que conocía.
Entre lágrimas decidió darse una ducha para recibir a aquel rizado a su casa.

Harry decidió caminar hasta la dirección que le había dado Louis, estaba a tan solo unos treinta minutos, en el transcurso solo podía pensar en Zack, «¿qué estará haciendo?» se preguntaba Harry.

Harry sacó su teléfono para llamarlo, pero no hubo respuesta «Debe estar ocupado» pensó. Estando a unas calles de la casa de Louis volvió a llamar, recibiendo el mismo resultado de minutos atrás, esto lo llenaba de ira.

Al llegar Harry vio un aparato extraño que no conocía, se puso nervioso, no sabía como llamar a la puerta, solo apretó un botón y en seguida respondieron.
—¿Quién es?—preguntó una voz femenina.

—Soy Harry, un compañero de Louis...Tomlinson.

Luego se escuchó silencio y de repente la reja se abrió, asustando al ojiverde.

Harry comenzó a caminar sobre un camino de piedra que llevaba a la puerta de la mansión, donde lo esperaba una mucama.

—Sígame, caballero—indicó la mujer.

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