Me senté en una mesa, estaba comiendo hasta que llegó Emily a molestar la paciencia, aunque llega sonriente como siempre, tanto positivismo me da dolor de cabeza.
-¿Quien era ese chico que estaba contigo hace rato? ¿Por fin tienes novio o que? Anda cuenta- dijo Emily mientras llevaba el sorbete a su boca.
Es demasiado entrometida, todo quiere andar sabiendo, pero no puedo quejarme por que ella ha hecho muchas cosas por mi.
-Es un chico nuevo, y no es mi novio, me mandaron a guiarlo por el Instituto para que lo conozca mejor- respondí mientras me llevo un bocado derecho comida a la boca.
- Es muy guapo ¿A poco no?- dice emocionada
-Es normal y corriente
La verdad no me sorprende que Emily diga que esta guapo, ella chico que ve, chico del cual se enamora. Ella es simpática, tanto que tiene muchos pretendientes, pero tiene la fama de andar con uno y con otro.
Me fije y me di cuenta de que el chico de hace rato esta sentado solo en una mesa del comedor, me fije también que en la mesa de al lado se encuentran las ratas populares, perdón las niñas populares.
Ese grupito me cae mal, bueno casi todo el mundo me cae mal, pero ellas más, en especial Catalina.
Tiene la misma edad que yo, su papá es dueño de una cadena de restaurantes, y su mamá es chef, así que tienen mucho dinero, y pues la gente aveces el dinero lo corrompe.
Desde pequeña, Catalina ha sido mimada y aniñada, y no sólo eso, le gusta molestar y hacer bulling a todo el que se le tope.
A veces place tirarla del 3er piso del instituto.
El grupito miraban al chico de reojo, y cuchicheaban entre ellas. De pronto se levantó de la mesa Catalina y se dirigió a la mesa donde estaba él.
Pobre chico, de ella nunca se iba a deshacer.
La chica movía las caderas exageradamente al caminar, y los tacones resonaban en el piso de mármol del comedor.
Llegó a la mesa y el chico la miro de reojo y siguió comiendo. Catalina se sentó al lado de el, y empezó a coquetearle. Le ha guiñado un ojo y se ha tirado un mechon de pelo tras la oreja.
El chico la seguía ignorando, ya me esta cayendo bien, pero no le perdonó lo que paso en la cancha.
De pronto la reacción de el me sorprendió, solo habían pasado unos cuantos segundo que Catalina se sentó al lado de él.
El se levantó y dejo la bandeja de comida sobre la mesa.
Que desperdicio de comida.
Y dando zancadas grandes camino hacia la puerta del comedor, la abrió y se fue.
Jajajajaja pobre costa fea
Me agrado su reacción, pues nadie se resiste a la popular, y tanto fue el agrado que me comenze a reír.
Catalina giro la cara hacia mi mesa y se dio cuenta de que me estaba ríendo.
Oh shit
Se levantó de la silla, rodeo la mesa, seguido a eso sus archichicles, digo sus "amigas" se pararon de la otra mesa.
Catalina comenzó a caminar hacia mi, tal vez por su cabeza pasa que yo le tengo miedo pero no, tal vez un 0,0000000000001% de temor.
-De qué te ríes?- preguntaron Cata con tono amenazante mientras cruza los brazos.
Todas las personas del comedor se fijan en nosotras, lo qie faltaba, llamar la atención.
-No sabia que era pecado reírse de como te dejaron a medio coqueteo- respondo aun riéndome.
-Mira Anne, si me haces quedar en ridículo y dices lo que acaba de pasar, te van a pasar cosas muyyy malas- amenaza
-Primero, yo no te deje en ridículo fue el chico, segundo, no tengo necesidad de decir lo que acaba decir pasar por que todos nos están viendo y tercero, no te tengo miedo.
Al notar mis palabras se fijo en el comedor y si, todos la estaban viendo
-Deberías tenerme miedo- dice
-Uy como tiemblo- respondo mientras hago un ademán de temblar.
Me dio la espalda y se fue del comedor con sus lame botas de sus amigas.
Todo el mundo regreso a lo que estaban haciendo y el bullicio reino en el comedor.
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El chico del tren
Mystery / ThrillerUn tren, un pueblo pequeño, cosas sin explicación, un chico con un pasado oscura, una chica asocial, problemas, caos y tragedia. Estas son las características de este libro que explica la vida de Anne, una chica antisocial que tiene problemas cuando...