٬ 🎨 ․⠀Ethereal beauty. ˚ . ✦ (Hyunlix)

3

Las horas pasaban y Felix ya se estaba cansando de estar en la misma posición, literalmente cabeceaba del sueño que tenía, Hyunjin no hacía más que reír y recordarle al chico que debían seguir con el trabajo.

Siete horas más tarde el rubio se había quedado dormido sobre el sofá, su equipo lo había venido a buscar hace dos horas, pero Hyunjin seguía pintando.
Por suerte, para cuando Felix cayó en sueños, el pelinegro ya casi había terminado, solo le faltaban los detalles que le daría mañana.

Se acercó al rubio, mirándolo dormir desde cerca intentando no parecer un lunático.
El chico realmente era precioso ante sus ojos, le asustaba un poco pensar el hecho de que un hombre le estuviera atrayendo de esa manera, pero prefirió no hacerse problema por ello.

Tocó su hombro dos veces, haciendo que el australiano despertara.

—Mmh ¿Qué hora es?— Preguntó el chico abriendo sus ojos y acomodándose mejor.

—Las doce a.m.

—¿¡Qué!? ¿Dónde está mi equipo? Se supone que vendrían a buscarme para volver a..

—Tranquilo, ellos se fueron cuando vieron que no habíamos terminado.

—¿Que haré ahora? Mi manager muy probablemente está durmiendo.

—Puedes quedarte, si gustas, hay muchas habitaciones.

—No lo sé, no quiero incomodarlo.

—No lo harás ni lo haces, yo te lo estoy ofreciendo.— Y por primera vez vió al pelinegro sonreír, era la sonrisa más bonita que había visto.

—Gracias, jóven Hwang.

—Llámame Hyunjin, por favor, y tuteame, tenemos casi la misma edad.

—Está bien, Hyunjin ¿Dónde voy a dormir? Y.. ¿Tienes ropa para prestarme?

—En efecto, sígueme.

Lo llevó a una de las tantas habitaciones del primer piso y el rubio se acomodó, se sentía como en un hogar después de mucho tiempo.

—Tu casa es muy bonita.

—Estoy seguro de que la tuya debe ser aún mejor.

—Claro que no.— Negó tirándose en la cama, el pelinegro soltó una risa.

Sin quererlo, Hyunjin tropezó con su propio pie y no pudo evitar caer sobre el cuerpo del australiano. Ambos quedaron inmóviles por unos segundos, y el pelinegro pudo observar aquella belleza etérea desde cerca.

Se miraron fijamente, Felix que siempre había deseado conocerlo por sus pinturas, Hyunjin que lo había visto básicamente en todas las revistas y programas populares, ambos celebridades ultra famosas, públicamente heterosexuales, pero.. ¿Y en privado?

—Creo que deberías quitarte..— Dijo Felix apartando la mirada, se estaba poniendo muy nervioso.

—Debería, pero no quiero.— Y lo besó.

Inmediatamente el rubio empujó al pintor, tirandolo literalmente al suelo. Salió corriendo de la habitación, un chico lo había besado ¡Pero él era heterosexual! No podía dejarse.

Corrió fuera de la mansión como pudo, era de madrugada y no había nadie en la calle para su suerte, era peligroso el hecho de qué Lee Felix estuviera solo en la calle.

Caminó como pudo hasta su hotel, por suerte nadie lo había visto, ni siquiera los de recepción, el sabía ser bastante precavido y silencioso.

Al llegar a su cuarto, cerró la puerta y mientras se cambiaba de ropa pensaba en todo lo qué había ocurrido.

¿Cómo se le ocurría a Hwang Hyunjin besarlo? Solo lo pensaba y no podía creerlo, pero a él no le había gustado en lo absoluto ¿O sí?

Cómo..

No podía estar pensando eso, toda su vida fue heterosexual.

O tal vez no.

Estaba asustado, y más por qué había agredido a Hyunjin.
No quería pensar en eso, por lo qué se colocó el pijama y se metió en la cama, aunque dormir no le fue nada fácil.

A la mañana siguiente se suponía que debía volver dónde Hyunjin para terminar el cuadro, pero se negaba a ir, por lo qué llamó a su manager y le avisó que volvería a Australia.

Un nuevo revuelo se armó en todos los medios, ¿Por qué Lee Felix volvería tan rápido? Hwang Hyunjin jamás terminaba sus obras en menos de un día, por lo qué los chismes sobre una aparente pelea comenzaron cuando Kim Seungmin anunció que Hyunjin se había esguinzado la mano derecha el día anterior.

H.H

Un esguince en su mano derecha era lo peor que le podría haber pasado, esa era la mano con la que pintaba y necesitaba terminar el cuadro de Felix.

El sabía que el rubio muy obviamente no se presentaría a la reunión después de lo del día anterior, pues lo había empujado con tal fuerza que cayó con todo su peso en su diestra y probablemente estaría avergonzado.

Aún así intentó terminar los detalles del cuadro, y en doce horas lo hizo, con una foto qué encontró de Felix en Google.
Estaba sumamente cansado, no creía que fuera de sus mejores pinturas, pero se había esforzado muchísimo por trazar cada uno de los puntos marcados.

Cuando terminó, dejó el cuadro en su lugar y se acostó en un largo sofá que había a unos metros del individual, durmiendose por lo qué restaba de la tarde. Seungmin publicó su cuadro y en cuestión de las horas que el pelinegro durmió, fue un éxito total.

Sí se trataba de Felix todo daría ventas por la gran fanbase que poseía a nivel mundial.

Ya en la tarde/noche seungmin entró a su taller del tercer piso, junto a un chico que desconocía por completo.
Una vez más el pelinegro fue despertado, está vez visualizando a un jóven de cabello rojo, al instante supo que se trataba de Christopher Bang.

—¿Que haces aquí?— Le preguntó el pelinegro a Seungmin.

—Bueno, como ví qué con modelos hombres australianos la imaginación fluye mejor, te traje a Christopher Bang, ya qué Felix se irá de vuelta a Australia.

La mente del pelinegro se puso en blanco ¿Cómo qué Felix se iría? ¿Tan rápido? ¿Era su culpa?

—Los dejo.— Dicho esto, Seungmin se retiró.

—Uhm.. bien, espera por allá ¿Si?— Le señaló una alfombra colorida que se situaba al lado de una pequeña fogata apagada.

El chico asintió y se movió hasta allá, sentandose en la alfombra.
Por milésima vez Hyunjin se paró enfrente del lienzo, y lo miró, luego al chico, al papel, cerró sus ojos, buscando en su imaginación qué originalidad pintar, pero nada se le ocurría, solo podía pensar en Felix.

—Lo lamento, no tengo inspiración, puedes retirarte.— El chico colocó una expresión triste y se retiró de la habitación sin rechistar al respecto.

A los minutos Seungmin entró.

—¿Que te pasa, compañero?— Preguntó.

—¿Felix está en el aeropuerto?

—Supongo ¿Por qué?

Hyunjin no contestó, tomó su abrigo y salió corriendo.