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Incluso lo protegeré de mí si es necesario.
-Debería irse, Hyung- sollozo -Debe alejarse de mí, ¡Lo más lejos posible!
-Deja de decir tonterías, Jungwon- habló el mayor, levantando cada prenda que veía en aquella habitación para después dejarla en el cesto -Tu habitación es un desastre.
-Mi habitación no sería un desastre si viviéramos juntos- reprochó en medio de más sollozos falsos -Pero su novio se enoja.
-Yo no tengo novio, Wonnie- habló confuso.
-Eso podemos arreglarlo- sonrió con picardía.
-Ni enfermo dejas de ser tan idiota- hizo una mueca antes de salir de aquella habitación con un cesto lleno de ropa sucia.
El día anterior, Jungwon salió tarde de la facultad, por lo que no evitó mojarse con la fuerte lluvia ocasionando que despertará con un resfriado el día de hoy.
Cuando Sunwoo recibió un mensaje del castaño donde le decía que no iría a verlo a su trabajo por el resfriado, dejó todo de lado para venir a cuidar a su menor.
Tocó la puerta con una sonrisa, llevaba todo lo necesario para hacerle un caldo a Jungwon, también llevaba el medicamento para el resfriado y algunas frituras para los berrinches del menor.
Jungwon estaba a punto de prepararse ramen instantáneo cuando el timbre de su departamento sonó.
Caminó perezosamente, estornudó antes de abrir la puerta y abrió los ojos en cuanto vio a su hyung.
-¡No se acerque, Hyung!- grito después de correr a esconderse detrás del sofá, Sunwoo frunció el ceño antes de entrar al departamento del menor -¡No, Hyung, fuera de aquí!
-¿Por qué me estás echando?- preguntó ofendido, dejando las cosas que había comprado en la cocina -Vine a cuidarte, tonto.
-¡No, Hyung, no puede estar aquí!- estornudó -¡Se va a enfermar si se queda!
-Deja tus escándalos para después- habló sacando las cosas necesarias para preparar el caldo -Vete a descansar.
-¡Hyung!
-No acepto peros, Yang- habló -Vete a descansar, hoy cuidaré de ti.
Y aunque Jungwon estuvo tratando de convencer a su hyung de que se fuera, Sunwoo era demasiado terco.
El mayor se había encargado de alimentar y darle el medicamento al menor, también limpió todo el departamento.
Jungwon vivía solo pero parecía que vivía con otras mil personas, todas personas sucias y desordenadas.
Soltó un suspiro cuando terminó de guardar la ropa de su menor, se dejó caer en la suave cama y espero a que Jungwon saliera de bañarse.
Lo había obligado a tomar un baño de agua caliente, y aunque el menor reprochó con la excusa de no tener fuerza ni para mover un dedo, corrió a hacerlo cuando le prometió que vivirían juntos.
Aquella propuesta venía desde que entraron a la facultad, pero a Sunwoo le parecía algo apresurado teniendo en cuenta de que solo eran amigos y que probablemente Yang querría llevar a citas.
Y él no soportaría ver a Jungwon con alguien más.
-Ya salí- dijo con entusiasmo mientras secaba su cabello -Ahora vamos a hacer sus maletas, lo ayudaré a mudarse.
Sunwoo negó con una sonrisa -Creí que no tenías fuerza ni para mover un dedo.
-Ese baño me ayudó mucho, ¡Puedo hasta mover sillones!- el mayor rio -¡Hyung, vamos!
-Wonnie, estás enfermo- dijo seriamente -El fin de semana haré las maletas y me vendré a tu departamento, ¿Está bien?
Jungwon dio unos brinquitos en su lugar antes de correr y brincar hacia su hyung, quedando arriba de este.
-¡Bájate!- gritó el mayor -¡Jungwonnie, bájate!
-Me alegra que haya aceptado venirse a vivir conmigo- habló con entusiasmo, dejando suaves besos en las abultadas mejillas.
-¡Jungwon!
-¿Puedo decirle un secreto, Hyung?- preguntó, recostandose a un lado del mayor -Me gusta mucho.
Sunwoo lo miró con sorpresa, antes de ocultar sus mejillas rojas con sus manos, Jungwon sonrió antes de tomar la diestra del mayor y entrelazar sus dedos.
-No sé si ya lo sabía, si lo descifró usted mismo con mis acciones- rio -Pero quería decírselo.
Sunwoo negó -Creí que solo eras lindo porque somos mejores amigos.
-Por eso quería tanto que viniera a vivir conmigo, así podía verlo a todas horas- sonrió, dejando un tímido beso en la comisura de los labios del pelinegro.
Sunwoo lo giró a ver, con una sonrisa llena de ternura y adoración, negó con una sonrisa antes de tomar valor y juntar sus labios con los del menor.
-También me gustas, Jungwonnie.
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