Limerencia

Capítulo 5

Isaac

Nos dormimos a las tantas organizando la fiesta, la verdad es que es la primera vez que me implico tanto, normalmente dejo que se encarguen ellos, pero quería que ella viniera.

Fuimos a nuestra cafetería favorita justo cuando la vi en la barra trasteando su móvil.

Se me ocurrió la mala idea de chocar con ella "por accidente" para invitarla a la fiesta, pero digamos que parece que también pesa poco y tiene cero estabilidad y se acabó cayendo al suelo.

Iba a ayudarla, pero se me adelanto y se levantó, parecía perpleja, como si le hubiera aparecido un ángel en frente. Como no hablaba opté por hablarle yo.

- Hola, Soy Isaac. No, tú eres Isaac, yo soy Agnes. – en cuanto dijo eso se puso aun mas rojita y sabia que estaba incomoda, así que le dije lo de la fiesta y me fui hacia a dentro, no quería hacerla sentir mal.

Mi vida era algo complicada y jodida y por alguna extraña razón ella me ha hecho sentir algo que no puedo ni explicar.

Quería conocerla más.

- Oye Isaac, estoy apuntando lo que tenemos que comprar esta tarde para la fiesta ¿algo que añadir? – volví a la realidad de repente y le eché un ojo a la lista.

- Cerveza, alcohol vario, hamburguesas, cigarrillos, pizzas, chocolate, condones... Nada sano, me gusta, nada que añadir. – dije sonriendo.

La casa era nuestra, pagábamos la comida a medias, limpiábamos (muy de vez en cuando) entre todos, en resumen, lo hacíamos todo a medias, éramos un buen grupo la verdad. Liam, Arthur, Mason y yo llevamos juntos desde que tenemos uso de razón, ellos siempre han estado para mi al igual que yo para ellos.

- Ya va siendo hora de que vayamos a clase chavales. – rechistó Liam.

Después de la cafetería no la había vuelto a ver en la universidad y eso me preocupó, quizá se había echo daño o algo. 

Quedaba tan solo media hora para que empezara la fiesta y ya habían algunas personas fuera de casa esperando. Aquí dentro ya estaba todo preparado, a falta de Arthur con el hielo, que se nos había olvidado apuntarlo en la lista y le había tocado ir.

"Ojalá venga" es en lo único que podía pensar.