Amor en Navidad (#1 Corazón de Navidad)

🎄Capítulo 4🎄

Axel

Después de que Mara llamara para decirnos donde se iba a encontrar le digo a Dafne que se coloque el abrigo que empacamos ya que saldremos a cenar.

Mi pequeña obediente hace lo que le pido mientras yo también busco un abrigo para mí. Salimos de la cabaña agarrados de la mano. Una persona va delante de nosotros, por la complexión es fácil decir que se trata de una mujer cargando un bebé quien es más fácil de ver ya que constantemente se mueve en los brazos de la mujer.

Mi hija me pide ayuda con uno de sus zapatos que se le ha desabrochado, me agacho para ayudarla. A los cinco minutos ingresamos al restaurante.

—Axel —me llaman.

Giro a ver a la persona que me ha llamado.

Es Hugo quien esta con su novia, el chico de la recepción, una castaña de ojos azules quien sostiene un bebé en brazos y Mara quien también se encuentra en la misma mesa que ellos.

Me acerco a la mesa donde se encuentran.

—Siéntate con nosotros —invita el italiano, pero su novia le da un codazo.

Se gira a verla, pero ella lo ignora olímpicamente.

—Están seguros con la invitación —pregunto sin despegar la vista de la castaña de ojos verdes.

Desde que nos conocimos en la anterior escuela de Dafne me trata como una peste. Cuando fue el cumpleaños número seis de Dafne los invite a ambos, pero ella nunca cruzo palabra alguna conmigo más allá de los formalismos.

—Puedes —responde la castaña de ojos azules meciendo al bebé en sus brazos.

Siento a mi hija a mi lado quedando en medio de ella y de mi hermana.

—Esperan a alguien —pregunto al ver sus platos vacíos.

—Sí, no debe de tardar en llegar —responde el hombre de la recepción.

Pasan cinco minutos cuando de un momento a otro el ambiente pasa a ponerse más tenso de lo que ya estaba.

—Te pasa algo —pregunto a la de ojos verdes quien no deja de ver su teléfono intercambiándolo con el bebé dormido en los brazos de la morena de ojos azules.

—Ningún problema —responde poniéndose de pie.

—A dónde vas —pregunta Hugo.

—Al coche por mi chamarra —responde soltándose de mi amigo para salir del restaurante.

Regresa a los pocos minutos envuelta en una chamarra negra.

—Papi, ya podemos ordenar —me pregunta Dafne.

—Ya casi pequeña —respondo en el momento que la castaña dice ese nombre.

Todos en la mesa nos giramos a ver.

Lo primero que hago es ver su rostro, los labios que en el pasado probé, subo más y llego a los ojos azul eléctrico que me gustaron e hipnotizaron la primera vez que la vi.

Ella mira el rostro de los demás y cuando sus ojos conectan con el verde de los míos da un paso atrás provocando que le caigan encima un par de copas de vino que llevaba el camarero en una bandeja.

Me levanto de mi lugar para ir detrás de ella justo en el momento que sale corriendo del restaurante.

—¡DERINE! —la llamo —¡Derine!

—No quiero hablar —responde entrando al camino que lleva a las cabañas.

Camina por entre los árboles. Llego hasta ella y tomándola de la mano deteniendo su caminata a la mitad del bosque.