1. tú y yo (ha pasado tanto tiempo)

1.5K 108 7
                                    

¡hola! por fin me animé a traducir mis fics y a subirlos acá :] este capítulo es un oneshot con puro fluff, pero poco a poco iré incluyendo lo que falta de este miniverso.

-

Apenas está amaneciendo cuando Ace llega a casa. Diría que el clima actual está algo húmedo, pues los matorrales que rodean su apartamento se ven rociados. También hace un poco de frío, aunque no es algo que le moleste. De hecho, la fresca temperatura es casi como una bendición, especialmente luego de volver de su trabajo. Siempre se siente como un horno humano: y como no serlo, luego de pasarse horas muertas en uniforme, rodeado de otros hombres cubiertos en grasa y sudor. Y por dios, hay sudor. Hay suficiente sudor como para llenar un tanque al día- ay no, que asco. No. Ya, ya no más. Bastante ha hablado sobre su (muy sudoroso) empleo. Deja esos pensamientos (y su mochila) cerca de la entrada. Luego le tocará organizar todo. Por ahora, siente como la puerta de su casa se cierra detrás de él, mientras que se quita los zapatos. Sabe que le gritarán si entra con ellos puestos al departamento.

Casi que saltando, llega al pasillo principal, decidiendo ir a la habitación de Luffy primero. Con calma, lentamente gira la manilla de su puerta, esperando a que sus ojos se ajusten a la nueva capa de oscuridad que hay adentro. No necesita prender ninguna luz, aunque fácilmente pudiera, con lo pesado que tiene Luffy el sueño. Como sea, sabe dónde está cada cosa dentro de este lugar: había armado los muebles él mismo. Poco se habla de lo frustrado que se sintió cuando no pudo armar todo a la primera... Aunque en su defensa, los manuales para el ensamblado eran muy confusos.

Entrecerrando los ojos, logra ver la pequeña silueta de Luffy en su camita, acurrucado contra un peluche que es casi tan grande como él. Todo a su alrededor es de color pastel o de un rojo epiléptico, porque aparentemente ese era el nuevo color favorito de su niño. Hace dos semanas, había sido el rosado. Antes de eso, había sido verde. Ace está seguro de que seguirá cambiando, porque los niños son caprichosos, así que solo le queda esperar a que no coloree las paredes... como la primera vez que se decidió en un color favorito. Resulta que el púrpura es bastante difícil de limpiar.

Su hijo está chupándose el pulgar, y sus cobijas están en cualquier parte menos encima de su cuerpecito, pero parece estar cómodo. No va a comentar sobre lo que viste como pijama (es una de sus propias camisas, y se le ve enorme al cachorro) ya que seguro la trae puesta porque lo extraña. Y, bueno, se ve demasiado adorable. Le dan ganas de comérselo a besos. Debería de perfumarlo con su aroma más a menudo. Extrañaba a su cachorro, y claramente este también lo extrañaba.

Finalmente llega a donde se encuentra su bebe, y se pone de cuclillas para darle un breve besito en la mejilla, a sabiendas de que tomaría mucho más que eso para despertarlo. Acatando sus previos pensamientos, lleva su muñeca hacia el cuello de Luffy, frotando suavemente el área por un par de momentos. Casi que se derrite cuando el nene se acerca a su mano, reconociendo a su progenitor incluso cuando duerme. Utilizando la yema de su pulgar, traza las pocas pequitas que tiene sobre la nariz, sonriendo para sí mismo. Con un soplo, se vuelve a parar. Su monito está bien.

Nuevamente sale hacia el pasillo, encaminado a su propia habitación, listo para ir a despertar a un cierto omega. Deja la puerta al cuarto de Luffy abierta, notando que su propio dormitorio sigue entreabierto. Es algo que tienden a hacer cuando solamente uno de ellos está en casa, para poder vigilar mejor a Luffy, o cuando el bebé tiene pesadillas en la noche y entra para meterse a su cama. Hace que Ace se sienta un poco culpable.

Entre la puerta y la camisa, se percata de lo mucho que su hijito lo había esperado.

El sol aún no ha terminado de subir, pero las nubes han comenzado a aclararse. Salpicados de azul han comenzado a surgir en un cielo negro. Es lo primero que nota cuando entra a la habitación, las ventanas aún cerradas y las cortinas también. Lo segundo que nota es a su hombre.

Amante, amigo [AceSabo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora