La oscuridad del pasado (Larry)

Capítulo 2: "Primer día"

Harry se dirigía a su casa en subte. Su casa se ubicaba en Willesden, un barrio situado en el municipio de Brent.

Se bajó en la estación Green Underground  y desde allí caminó unas cuadras hasta llegar a su casa, que se ubicaba en una calle en la cual todas las casas eran similares. A Harry le encantaba porque le recordaba a la calle en la que se encontraba la casa de la familia Black, si, Harry era fanático de Harry Potter. Su casa no era muy grande, pero era del tamaño ideal para cuatro personas. Subió las pequeñas escaleras que se encontraban delante de la puerta e ingresó. Mathew inmediatamente vino a recibirlo... y a pedirle que juegue con él. Mathew adoraba a Harry, y si bien le llevaba diez años, siempre se divertían juntos. Lena se acercó tímidamente a la puerta de la habitación de Mathew, Harry la observó.

-Qué pasa Leni?- así la llamaba.

-Falta mucho para que mamá llegue?

Lena siempre fue muy tímida y cerrada.
Harry la miró y le hizo una seña para que se acercara, la sentó sobre sus piernas y le dijo:

-Mamá llega a la hora de la comida, no falta mucho, ahora vamos a preparar la merienda y después vamos al supermercado a comprar las cosas para la cena, que quieren comer?- dijo levantando el tono de su voz para animarlos.

-Hamburguesas!- gritó Mathew

-Con papas fritas?- preguntó Harry

-Si- dijo Lena, más animada.

-Hamburguesas con papas fritas entonces, ahora bajemos a tomar la merienda.

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Los tres se encontraban en el supermercado. Mathew colgado del carrito, Harry empujándolo y Lena caminando a su lado. Avanzaban en los pasillos agarrando los productos que necesitaban y jugando cada tanto. Al finalizar las compras se dirigieron a la caja, donde pagaron todo y se retiraron.

Ya había empezado a anochecer cuando salieron del supermercado. Este se encontraba tan solo a dos cuadras de su casa. Comenzaron a caminar mientras los más pequeños iban saltando delante de él.

Llegaron a su casa y su mamá ya había llegado, Lena y Mathew corrieron a saludarla y esta los recibió con un cálido abrazo y muchos besos. Posteriormente saludó a Harry.

-Cómo te fue en la entrevista?

-Y...

-Y?

-Empiezo mañana

-En serio?- la madre comenzó a gritar de la emoción y una sonrisa se dibujó en su cara -te felicito mi amor

-Gracias

-Qué vamos a comer para celebrar?- les preguntó ironicamente a los menores.

-Hamburguesas con papas fritas!- gritaron los dos al mismo tiempo.

-En serio?- preguntó la madre, girando hacia Harry.

-Si- le respondió este con una cara que decía "no fue mi decisión".

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Al dia siguiente, Harry se encontraba en el subte, dirigiéndose a su primer dia de trabajo en la heladería. Estaba emocionado.

Al llegar se encontró con una chica que se encontraba manejando la caja, supuso que era Brooklynn, la supervisora del turno mañana. Recién abrían la heladería.

-Ay, vos debés ser Harry, no?

-Si, Brooklynn?

-Si- dijo la chica con un tono de extrañada

-Joan me dijo que eras la supervisora a la mañana- se apresuró a decir.

-Lenin ya te explicó todo o necesitas que te ayude en algo?

-Lenin me explicó todo, gracias igualmente

-Excelente, este es el uniforme, por el pasillo atrás de la puerta, a la derecha esta el cuarto, y adentro hay una puerta, ese es el baño

-Gracias Brooklynn

Harry caminó hasta la puerta y siguió las indicaciones de Brooklynn. Era una linda chica, agradable. Entró al baño y se puso la chomba y el delantal encima, ambas tenían bordado el logo de la heladería. Se miró al espejo y se sintió orgulloso de si mismo.

Salió y Brooklynn ya se encontraba atendiendo personas en la caja, dirigió su vista hacia el mostrador en el que debía ubicarse él y observó a otro chico. Era alto, de pelo castaño y ojos grises. Estaba apoyado contra las heladeras que se encontraban detrás, y giró su mirada hacia él. Harry se sintió incómodo pero el chico le sonrió.

-Hola, soy Tyler

-Harry

-Sos nuevo?

-Si, y vos?

-Nah, yo soy el rey de este turno

Harry se quedó sin comentarios.

-Te estoy jodiendo- bromeó -trabajo desde hace un par de días

Se rio ante el gracioso comentario del chico, y suspiró porque sintió que se iban a llevar bien.

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Eran las 16:45, en 15 minutos su turno terminaba. Lenin les había dicho a ambos chicos que debían esperar a que sus reemplazos llegaran para poder cambiarse e irse.

-Que alguien le avise que nadie puede reemplazarnos

Harry se rio del comentario por unos segundos.

-Vos viste la velocidad con la que trabajamos? Na, definitivamente nadie puede reemplazarnos- respondió Harry. Ambos rieron.

-De que se ríen tanto?- apareció Lenin -ya pueden irse, buen trabajo Harry

-Gracias

-Ey, y yo qué?- reprochó Tyler.

-No me distraigas a Harry vos eh, ya te tengo fichado

Harry se burlaba de Tyler pero dejó de hacerlo cuando Lenin lo miró con cara intimidante.

Luego de unos minutos, Harry tenía puesta su ropa y su mochila colgada. Se despidió de Tyler y al salir, de Lenin.

Comenzó a caminar hacia la estación de subte, que estaba a un par de cuadras. Iba pensando en lo cómodo que se sintió, trabajando con Tyler, Brooklynn y Lenin. Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando un chico un poco más bajo que él lo chocó. Se dio vuelta para decirle que se fijara por donde caminaba, pero se retractó en cuanto observó bien al chico.

Este estaba vestido desprolijo, tenía unas vans que parecían tener su tiempo ya, un jogging negro con la rayas blancas al costado, una remera blanca manchada con un polvo negro, y una campera completamente negra. En su mano llevaba un cigarrillo, ya casi terminado. Podía jurar que parecía un criminal, pero cuando miró su rostro ese pensamiento se esfumó. Si bien tenía el pelo medio largo y despeinado, se podían ver sus ojos azules, eran profundos. Harry pudo observar como estos lo rebajaban desde la cabeza hasta los pies. El chico se dio vuelta y siguió caminando unos metros más hasta que vio que entró en la heladería, Harry quedó confundido, pero decidió seguir caminando, tenía que llegar a su casa por sus hermanos.