Capítulo 4: "La duda"

8 1 1
                                    

Harry llegó a su casa sin poder sacar de su cabeza el querer saber todo sobre aquel chico. No lo quería ver ni en figurita, pero sin embargo, algo en él le causaba curiosidad.

Entró a la cocina cuando se encontró a su madre preparando la merienda y a sus hermanos pequeños sentados en la isla que tenían en el medio de la misma. Al parecer, la habían dejado salir mas temprano. Saludó a su madre con un beso y se dispuso a ayudarla.

-Todo bien en el trabajo?- preguntó Charlène.

-Si

-Te gusta?

-Si

-Mmm seguro?

-Si, por?

-Tu forma de decirlo no dice lo mismo

-No es por el trabajo, es más, me siento muy cómodo, los chicos son muy agradables, es por otra cosa

-Qué otra cosa?

Harry hizo una pausa y luego suspiró.

-Un chico que va a la heladería todos los días

-Te gusta?- preguntó su madre con un tono sarcástico pero curioso al mismo tiempo.

-Qué? No! Es más, salió de la carcel hace poco

-Y va a la heladería todos los dias?

-Eso es lo que me tiene pensando

-Deja de pensar en eso, te vas a volver loco, a menos que te animes a preguntarle no vas a saber nada sobre él

-No le voy a preguntar a él, le voy a preguntar a Lenin, porque lo conoce

-Y por qué tantas ganas de saber sobre su vida?

-Porque si lo mirás no parece un chico que haya salido de la cárcel, osea sí, por como se viste y su forma de hablar, pero su mirada...

-Qué pasa con su mirada?

-Dice otra cosa diferente de él, nose como explicarlo

Hubo un silencio hasta que Harry volvió a hablar.

-Pero bueno, voy a dejar de pensar en eso

-Si, podrías pensar en otras cosas, como estudiar

-Mamá, no sigas insistiendo con eso

-No quiero que renuncies a lo que siempre quisiste hacer solo para ayudarme, no me parece justo que tengas que trabajar con la edad que tenés

Harry siempre soñó con estudiar medicina, le apasionaba, y le encantaba ayudar a la gente. Siempre estaba ahi para los demás, y daba sin esperar nada a cambio.

-Pero tengo que hacerlo

-No, no tenés que hacerlo, estamos bien con lo que yo gano

-Si pero trabajas mucho tiempo y no es justo, no intentes hacerme cambiar de idea porque no lo voy a hacer

-Aunque sea hablá con el dueño de la heladería y que te cambie y reduzca los horarios así podes estudiar a la mañana

-No, mamá, en serio- ya parecía molesto, porque su madre siempre insistía con ese tema.

-Harry...

-Está bien, quiero estar solo un rato

Agarró su té y la tostada que su madre le había preparado y subió a su habitación.

A Harry no le gustaba hablar del tema universidad. Sabía que no podía estudiar mientras su mamá trabajaba todo el día y llegaba muy adolorida a su casa. Él ya había renunciado a la universidad desde hace mucho tiempo, unos años después del fallecimiento de su padre.

Se dispuso a mirar televisión, aunque no le estaba prestando atención realmente. Él seguía pensando en aquel chico de ojos azules e intentando descifrar porqué le causaba tanta curiosidad. Era un chico que acababa de salir de la cárcel, en la cual pasó una semana, obviamente por algún delito que cometió, pero Harry no sabe cuál, y muere por saber. Sus ojos contaban una historia diferente, triste, ¿cómo un chico con una mirada así podía cometer un delito e ir a la cárcel?

La oscuridad del pasado (Larry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora