𝗝𝗨𝗟𝗜𝗘, 𝗪𝗜𝗧𝗛 "𝗜" [𝗖𝗢𝗕𝗥𝗔 𝗞𝗔𝗜] ✔️

"Lia no es mí novia"

Julie:

— Mamá, te lo dije, estoy bien — pegué mí cabeza juntó al asiento del copiloto. Mí madre no paraba de preguntarme por el moretón de mí cara. Obviamente yo no le dije la verdad, ya que no quería causar más problemas, así que le dije que "me había tropezado" en la escuela, pero eso a ella no la dejó tranquila, aún seguía preguntándome si me dolía, si estaba bien y cosas así. Llegamos a casa, comimos y jugamos algunos juegos de mesa, para matar el tiempo.

— ¿Y no hay un chico qué te interese? — me hizo ojitos. Oh, no, no.

¿No?

—... no... nop — contesté dudosa. Quiero decir, apenas y conozco a Kenny... y a Anthony, pero no somos amigos o eso creó, además que no me interesa tener algo con él más allá de una amistad.

Creó.

— Lo pensaste, ehh — movió las cejas de arriba abajó. Baje la cabeza al sentir como mis mejillas se calentaban.

— Para nada — negué.

Mentirosa.

— Además, apenas y tengo un amigo.

— ¿Anthony? — sonrió, como si le alegrase que yo me convirtiera en amiga de Anthony.

— No. Es un chico que conocí ayer, se llama Kenny, y tampoco tiene amigos, así que... supongo que nos complementamos bien — y no mentía. Me agrada pasar el rato con Kenny.

— Bueno, no es Anthony... pero...

— ¡Mamá!... — regañe suavemente.

— Pero me alegra que consigas un amigo.

— Te amo, mamá — ella me miró con nostalgia. Amaba a mí madre, ella siempre había estado para mí, para lo que necesitara, nunca me faltó nada gracias a mis padres. Pero cuando papá se fue, mí madre nunca me dejó sola. Aún recuerdo cuando tenía insomnio y me levantaba para ir a la cocina por vaso de leche tibia, como mí papá me solía llevar a la habitación cuando no conseguía dormir. Sólo que lo más triste era que mí papá ya no estaba y mí madre ahora lloraba a escondidas para no preocuparme, pero siempre me daba cuenta. Y es por eso que quiero ser fuerte, porque mí mamá fue fuerte por mí, aún cuando se pudo haber derrumbado y no levantarse nunca más, pero lo hizo por mí y yo lo haré por ella.

Seguimos hablando de nuestro día y jugando juegos de mesa, hasta que oscureció y nos fuimos a dormir.

[...]

Había pasado ya una semana desde que conocí a Kenny y a Anthony. Con Kenny empecé a hablar más, él me dió su número de teléfono y chateamos cuando salimos de las clases, o es fin de semana. Con Anthony, bueno, las cosas no han cambiado mucho, nos vemos en los pasillos de la escuela, en clase y es todo.

Simples miradas.

Desde lo del moretón él no volvió a cruzar palabras conmigo. Pero bueno, ni siquiera éramos amigos, sólo compañeros de clase.

Sólo eso.

— ¡Anthony, el balón! — me senté para ver como jugaban, ya que los deportes no son lo mío, así que prefiero verlos jugar. Anthony miró a los alrededores, como si estuviera buscando a alguien o algo. En ese momento sus ojos toparon con los míos y de un segundo a otro todo pareció ir en cámara lenta, y la gente desapreció, ya no estaban más, sólo nosotros solos.

— ¡Anthony! — los del otro equipo le quitó el balón a Anthony, haciendo que los demás abuchearan. Parpadeo un par de momentos volviendo a la realidad y soltando el aire que no sabía que estaba conteniendo.