𝗝𝗨𝗟𝗜𝗘, 𝗪𝗜𝗧𝗛 "𝗜" [𝗖𝗢𝗕𝗥𝗔 𝗞𝗔𝗜] ✔️

"Karate"

Anthony:

— ¿Cómo te fue en la escuela hoy? — mí padre me miró por el retrovisor.

— Bien — alce los hombros, restándole importancia. A veces me sentía mal por ser algo secó con él, pero siempre sentía que él le daba casi toda su atención y tiempo a Sam, lo cual me hacía sentir mal y como un cero a la izquierda, como si sólo tuviera una hija. Sam salió temprano de la escuela, ya que no tenía más materias y Le llamó a mí padre para ver si podía venir por ella al parque, porque Miguel y ella pasaron el rato ahí.

— ¡Papá! — despegue la vista de mí celular para ver a Sam. Ella me miró con una sonrisa —. Anthony — saludó.

— Hola...

—¡Sam, cariño!, ¿cómo estás?

— Bien, gracias... pero quería preguntarte si podíamos llevar a Julie a su casa — la miré confundida. ¿Julie?

— ¿Julie?, ¿qué hace contigo?

— Oh, ella venía de la casa de Kenny — apreté la mandíbula. Se que son amigos y todo eso, pero en cualquier momento le pueden hacer algo a Julie sólo por estar con Kenny —. Y bueno, nos encontramos en el parqué.

— ¡Claro que si!. ¿Dónde está?, será un gustó llevarla a casa, sirve que pasa tiempo con Anthony — yo rodé los ojos, no era que la presencia de Julie me molestaría, en realidad era todo lo contrario, pero me sentía extraño cuando estaba juntó a ella.

Felizmente extraño.

— Ella viene... — Sam volteó detrás de ella — justó atrás mío...

— Hola, señor LaRusso — saludó apenada, pero amable y con una sonrisa de labios cerrados sobre su rostro.

— Julie... puedes llamarme Daniel, ya te lo dije, no tengo problema con eso — la rubia asintió con un movimiento de cabeza —. Puedes subir atrás con Anthony, Julie — abrió la boca para hablar, pero después la cerro. Abrí la puerta del lado izquierdo, para que Julie pudiera entrar. Ella se quedó parada mirándome, con una sonrisa ligeramente abierta. El sol le daba en la cara, haciendo que sus ojos azules brillaran intensamente.

Yo amo el mar, por eso amo tanto el color de sus ojos, porque me recuerdan al mar. Me hacen sentir en casa, en paz...

— ¿Vas a quedarte ahí o?... — me burlé.

— Ah... p-perdón — Julie subió al auto y mí padre arrancó. Sam y mí padre comenzaron a charlar de su día, del karate, entré otras cosas. Pero por acá atrás, con Julie, todo estaba en silencio, ella no hablaba, yo tampoco y bueno, era algo incómodo.

— Señ... Daniel, se equivocó, esté no es el caminó que lleva hacía mí casa.

Lo sabía.

— No, no me equivoqué, Julie, vamos hacía mí casa. Comerás con nosotros y después te llevare a casa.

Que amable.

— Pero...

— Está decidido, comes con nosotros — ella no podía decirle que no a mí papá, sabiendo como es ella. Así que no tuvo más remedio que aceptar.

[...]

— Gracias por la comida, papá. Pero me tengo que robar a Julie un momento a mí habitación — mí mamá me miró confundida, incluso Julie.  Le hice señas para que se levantara.

— Ah, si... yo estoy encantada con ustedes.

— Oh, Julie, eres un amor — mí madre la miró con ternura —. Eres bien venida cuando quieras. Bueno, no los molesto más — Julie y yo nos alejamos del comedor, hasta a mí habitación.