Capitulo 6

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"-¿Ana Borbón?

Luisana no se lo podía creer.
Al menos ya estaban fuera de las oficinas de Promociones Multimedia y nadie podía escucharla, pensó Camila. Cuando llegaron al coche sabía que su amiga no se iba a contener mucho tiempo, pero ella no estaba preparada para responder. No le apetecía dar ninguna explicación.
¿Cómo se podían explicar los sentimientos?

-Has ido un poco lejos, ¿no crees?

El comentario crítico le dolió. Luisana no podía entender que, si su verdadera identidad era descubierta, todo lo que había surgido entre ellos se fastidiaría. Simplemente, quería dejar pasar un tiempo; vivir la experiencia sin ninguna sombra del pasado.
En ese momento, el pasado de Buenos Aires las rodeaba mientras conducían por el centro de la ciudad.
El barrio donde Benjamín tenía su empresa estaba en la parte antigua. La mayoría de las casas se habían convertido en restaurantes o en tiendas. Los tiempos y los lugares cambiaban y las personas también... o al menos, sus puntos de vista. Sin lugar a dudas, Benjamín la veía de forma diferente ahora. De alguna manera quería que formara parte de su vida.

-Un nombre falso -la regañó Luisana-. ¿Durante cuánto tiempo crees que vas a engañarlo?
-El suficiente -murmuró Camila.
-¿El suficiente para qué?
-No importa.
-Si esto es una prolongación de la idea de venganza... tienes que saber que estas jugando con fuego y puedes quemarte -le advirtió Luisana- La actuación del sábado fue inofensiva; un bálsamo para tu orgullo. Pero si estás planeando un encuentro más íntimo...
-No se trata de venganza.

Esa afirmación quedó suspendida en el aire mientras Luisana conducía.
Camila quería suavizar las cosas con su amiga y para ello le ofreció la única prueba que tenía de que Benjamín no era una rata materialista.

-Compró la tela para reparar las alas.
-Para tener una ventaja -respondió con escepticismo-. Supe que era capaz de hacer lo que fuera para conseguirte. Y lo ha hecho. Te apuesto a que no hace nada más por arreglar esas alas; ya tiene lo que quería.

No hubo respuesta al argumento. Solo el tiempo podría aclarar las cosas.

-¿Cuál es el siguiente paso? -continuó Luisana sin perder el aliento- ¿Cena, cama y desayuno?

Camila sonrió al comentario. Llegados a ese punto, no le importaba lo que Luisana pudiera pensar.

-Cena. Esta noche -contestó- He quedado con él en el centro, así es que, si no te importa, voy a necesitar el coche.
-Cena -murmuró Luisana mientras le lanzaba una mirada de advertencia- No te engañes. Seguro que ese golfo tiene la cama y el desayuno anotados en su agenda.

Camila levantó la barbilla desafiante.

-¿Y qué pasa si lo tiene? A lo mejor yo también quiero eso. Fuiste tú la que dijiste que debía quitarme esta espina.
-Pero no de esta manera.
-Insististe en que necesitábamos ese trabajo y ahora no me resulta fácil dar marcha atrás. Siempre lo he querido, Lu. Esa es la pura verdad.
-Estás persiguiendo un sueño.
-Sí. ¿Por qué no?
-¿Y empiezas con una mentira? Engañándolo sobre tu identidad.
-El nombre no importa nada, es la persona lo que cuenta.
-Si no importa, ¿por qué ocultarlo?

Camila volvió a guardar silencio, no quería escuchar a su amiga. Era asunto suyo y de nadie más. Se trataba de su vida y gran parte de ella había estado marcada por Benjamín. Si él supiera quién era, la ignoraría y dejaría que los sentimientos se desvanecieran. Sin embargo, si conectaban realmente bien como las personas que eran en la actualidad, quizá alcanzaran un punto en el que el pasado ya no importara.

-¿Esperas que te apoye?

Al oír el tono de desaprobación en la voz de Luisana, Camila no dudó en liberar a su amiga de cualquier responsabilidad sobre lo que pudiera ocurrir a partir de ese momento.

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⏰ Última actualización: Jan 16, 2022 ⏰

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La venganza es dulce (adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora