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-¡POR BUDA!, ¡MAKOTO BAJALE AL VOLUMEN A TUS HENTAI!.

Takemichi y Armin dieron un pequeño brinco ante los gritos de Takuya que se escuchaban ppr todo el edificio.

-¡LO SIENTO!- exclamó Makoto con voz ronca, segundos después el volumen del audio descendió.

El rubio extendio su brazo hacia la vieja radio que tenia sobre la mesa y subio mas el volumen del artefacto que transmitia "Fantasy" de Meiko Nakahara.

-¡TAKEMICHI!

-¡¿QUÉ?!

-¡PAQUETE PARA TI!

El nombrado suspiro y salio de su cuarto bajando las escaleras para dirigirse a la entrada principal donde Takuya y Akkun lo esperaban con dos cajas a sus pies.

-¿Que te han enviado?, son realmente pesadas- se quejo Yamamoto con ambas manos en sus caderas.

-Ni idea, no he pedido nada- contestó arrodillandose y abriendo una caja con la punta de la llave de su habitación.

Abrio los ojos sorprendidos al ver el contenido y estiro su mano para tomar una piña.

-¡Wow!, ¡cuanta fruta!- Akkun emocionado sacó una sandia.

-¡Vive en una piña debajo del mar!- tarareo Yamagishi moviendo de un lado a otro la fruta.

-¿Te lo ha mandado tu madre?- pregunto Takuya confundido.

Takemichi negó, su madre nunca le mandaría esto, se inclino y leyo al remitente del paquete.

Hanagaki Kaoru.

Una sonrisa se deslizó por sus labios, su abuelita siempre tan linda.

Takemichi era de Okinawa, lugar donde los mariscos y las frutas tropicales eran abundantes, sus abuelos tenian tierras de cultivo asi que podia comer toda la fruta que quisiera.

-¿Qué hare con tanta fruta?- se preguntó mientras miraba con atención el contenido de las cajas.



-Ten, Sano san- dijo Takemichi con timidez, sus brazos extendidos sosteniendo una piña.

Mikey lo miro sorprendido, ¡las piñas eran realmente caras!, con la cara sonrojada la tomó.

-Darling, gracias.

El joven asintió y se retiró dejando al más bajo con el corazón latiendo a mil.

-Kenchin, Takemitchy me ha regalado una piña...- comentó abrazando la fruta- son tan caras, eso significa que .. ¡Él me ama!

-Lamento decepcionarte pero...- el calvo señaló a Shinichiro saliendo de su salón con una piña en mano.

-Compermiso- una voz se escuchó y Sanzu pasó a su lado cargando una sandía.

-¿Que significa esto?- preguntó Mikey con el ceño fruncido.

-Has malinterpretado su acción Mikey- contestó Draken- lo mas probable sea que tenga exceso de frutas y esté regalandolas.

Los labios de Manjiro se juntaron formando un puchero, ante esto el más alto le dio una palmada en la espalda.

-No te desanimes.

-¿Eh?

-Coraje.

Sano puso los ojos en blanco y se sumió en sus pensamientos, durante estos últimos dias para aumentar sus tacticas de conquista estaba viendo maratones de animes Shojo.

Amai AiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora