Capítulo 50

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Desperté confundida, volteando a ver a todos los que se encontraban en la habitación; que eran Ana, Kevin, Sra Verónica y Marco. Estaban con una cara de preocupación la cual no podían ocultar. Marco les pide que salgan y entra el doctor.

Dr: T/n, ¿Cómo se siente?
T/n: Algo mareada, ¿qué me pasó?
Marco: Tuviste un desmayo... Aún no le digo nada doctor, me podría dar chance- a lo que asintió.
T/n: ¿Qué pasa?
Marco: Amor, ¿no recuerdas nada?
T/n: No nada, bueno, solo que estábamos comiendo en casa de tu mamá cuando me levante a servirle más a AnaSofia. -toca mi vientre.
Marco: Si, te levantaste a servirle a AnaSofia, cuando soltaste un grito y era porque estabas sangrando, después te desmayaste...- interrumpí.
T/n: Y desperté aquí... Pero, el bebé ¿está bien?
Marco: -toma mi cara y se queda en silencio-.
T/n: No me digas que...- automáticamente mis ojos se llenaron de lágrimas.
Marco: La bebé murió...- dijo abrazándome.
T/n: ...La... La bebé... Era una niña- dije llorando sin control.
Marco: Si amor, era una niña- dijo limpiando mis lágrimas- ella sigue aquí- tocó el vientre- esperamos a que despertaras para que pudieras tenerla en brazos unos minutos.
T/n: No quiero.- dije aferrada.
Marco: No amor
T/n: No pasa nada.
Marco: Es riesgoso para tu salud, no voy a dejar que tú también mueras.- dijo llorando.

Después de un largo rato en el cual Marco trataba de convencerme que se hiciera el nacimiento para que no me afectara a mi, le llamamos al doctor para informarle que si se realizaría; me pasaron rápido a quirófano para comenzar.

Me hicieron el procedimiento necesario, pude tener a mi bebé en brazos, la cargamos Marco y yo, la decidimos nombrar Sandra Abigail Castro Lara.

Me llevaron a mi habitación, me llevaron de comer pero no me encontraba con apetito; entro Ana y Brianda a la habitación a entretenerme en lo que Marco bajaba con mi suegra y las niñas para llevárselas a la camioneta de mi suegro Baldomero.

Después de unos minutos, Marco entro a la habitación con el papel de mi alta; Brianda y Ana me ayudaron a cambiar para irnos, salimos y me pusieron en una silla de ruedas, estando fuera del hospital me subí a la camioneta y ellas nos acompañaron a la casa.

Al llegar allá, Ana y Brianda me hicieron algo de comer en lo que Marco y yo platicábamos en la habitación. Tenía ganas de llorar pero no quería hacerlo frente a Marco. Bajo Marco con con Ana y Brianda, y decidí llorar con muchas ganas. Me levante de la cama, cerré la puerta y me senté recargada en ella.

Marco: -intenta abrir la puerta- Amor... Amor- forcejea la puerta- Amor, déjame entrar.
T/n: Amor... Marco... Déjame pensar un poco...- dije llorando.
Marco: No amor, no puedes pasar por este duelo tu sola, por eso somos tú y yo, vamos a superarlo juntos...- silencio- Por favor, déjame entrar

Hubo un silencio, después abrí la puerta y me lance en sus brazos; automáticamente mis ojos se llenaron de lágrimas al igual que los de el.

Era el segundo día solos, el y yo, nos encontrábamos recostados en la cama abrazados, salían de a poco las lágrimas. Ese día decidimos ir a casa de mis suegros para ver a las niñas, porque por unos días se quedarán con ellos. No me encontraba ya preparada por si las niñas preguntaban por mi vientre.

Al llegar allá, las pequeñas estaban durmiendo su siesta vespertina. Después de un rato, bajo AnaSofi y corrió hacia mi cuando me vio.

AnaSofi: T/n, mami T/n- acarició mi vientre y me miro con sorpresa- ¿y mi hermanita?- comenzó a saltar- ¿Dónde esta?
Marco: Princesa dej...- lo interrumpo-.
T/n: Princesa ¿y tu hermanita Adaly?
AnaSofi: Sigue durmiendo pero escuché que estaban aquí y vine a verlos.
T/n: Bien mi niña, mira ven, vamos a sentarnos y platicar- le hice señas a Marco de que se acercara.
Marco: Voy.- dijo.
T/n: - la senté en mi pierna frente a mi y Marco- Recuerdas que la última vez que nos vimos estábamos en el hospital y aún estaba tu hermanita en mi panza.
AnaSofi: Si, si me acuerdo T/n- dijo murándonos.
Marco: Pues T/n y yo sabemos que eres una niña grande e inteligente y sabemos que vas a comprender lo qué pasa. Tu hermanita, como siempre la llamaste, nació antes de tiempo.
T/n: Tú hermanita... Tú hermanita decidió irse a jugar y ahora está en el cielo, cuidándonos a todos pero en especial a ti y tu hermanita Adaly.
AnaSofi:- sus ojitos se llenaron de lágrimas y nos abrazo- ¿Y si era hermanita o era un niño?
T/n: Tú siempre tuviste la razón preciosa, era una niña- ella saltó de felicidad.
AnaSofi: siiii- dijo emocionada.
T/n: La decidimos llamar Sandra Abigail...
AnaSofi: Entonces mi hermanita Aby estará aquí siempre- dijo tocando nuestro corazón y el de ella también- y en el de mi hermanita Adaly aunque esté durmiendo- dijo riendo.

Con la acción de AnaSofi, confirme que ya era una niña muy inteligente y muy comprensiva para su edad. Me sentía orgullosa de ella. Estuvimos platicando un rato con mi suegros hasta que Adaly bajo con AnaSofi. Adaly aún es pequeña y no noto que ya no tenía mi vientre.

Después de un rato, mis suegros nos recomendaron que nos fuéramos una semana a una casa que tenemos en las entradas de Altata y que nos distrajéramos. A lo que Marco y yo consideramos que era buena idea, le preguntamos a las niñas si les agradaba y dijeron que si.

Esa misma tarde hicimos maletas para llevar un poco de ropa, para que al día siguiente por la mañana pudiéramos salir.

Por la mañana, Marco levanta a las niñas para desayunar y que dejaran su cuarto recogido de sus juguetes para que pudiéramos irnos. Las ayudo a subir a la camioneta y a mi igual. Nuestros suegros llegarían por la tarde, porque los invitamos. Durante el camino me llegaron muchas notificaciones de mensajes con una dirección de Culiacán, le comenté a Marco y me dijo que bloqueara el número.

Llegamos a la privada de la casa, bajamos las maletas y acomodamos la ropa en los cajones de los cuartos. Habíamos llevado cosas para hacer de comer.

Después de un rato llegaron mis suegros y nos dispusimos a comer. Durante comíamos estuvieron tocando el timbre con mucha insistencia pero cuando salíamos a ver quién era, no había nadie, así que reportamos lo que sucedia con el guardia y dijo que averiguaría quien era.

Al terminar de comer, las niñas quisieron salir al parque que estaba frente de la casa, así que mi suegra, las niñas y yo salimos. Había pasado media hora cuando AnaSofi le grita a Adaly que soltara eso, corrieron hacia nosotras y Adaly me dio lo que traía en manos.

Cuando lo vimos, mi suegra y yo nos miramos con mucho asombro y preocupación.

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Espero les guste✨

Hasta el próximo capítulo 👋🏻💛

MarkitosToys&Tú -[𝐐𝐮𝐞 𝐛𝐨𝐧𝐢𝐭𝐨 𝐦𝐢𝐥𝐚𝐠𝐫𝐨 𝐟𝐮𝐞 𝐜𝐨𝐢𝐧𝐜𝐢𝐝𝐢𝐫].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora