SINOPSIS

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Se conocían desde que eran prácticamente unos bebés puesto que sus madres eran amigas de toda la vida, y en la actualidad seguía siéndolo. Así como uña y mugre; inseparables. El caso era que eso no corría igualmente para los pequeños de ambas familias. Izuku es un precioso chiquillo de cabellera verde con rizos, hermosas pecas y ojos grandes que le hacían ver aún más tierno. Tenía por mejor amigo a Bakugo Katsuki, un rubio cenizo con carácter fuerte y un tanto hiriente, pero a pesar de todo eso, para el peliverde era un sol. Estudiaron juntos en la primaria, eso sí que cada uno se fue por su lado; Katsuki con su dúo de amigos mientras que Izuku se quedaba solo en los recreos. Había sido así siempre, pero ya estaba acostumbrado a estar solo.

Las cosas comenzaron a cambiar drásticamente cuando el cenizo empezó a molestarlo con sus amigos, todo por que no poseía ninguna particularidad. Se suponía que a la temprana edad de cuatro años se tendría que haber manifestado, pero no había sido su caso. Bueno, Bakugo cuando se entero que aún no tenía ningún "poder" empezó a decirle que era un débil e inútil, dándole así el apodo que lo seguiría en todos lados; Deku. Izuku trató de no prestarle atención a sus malos tratos, pero creyó que ya eran suficientes cuando pasaron de ser solamente palabras a romperle sus cuadernos y cosas así.

Prefirió dejar las cosas como estaban, sin decir nada o hacer algo que pudiese arruinar su amistad con el cenizo, y decidió centrarse en su meta de postular a la UA, una prestigiosa academia de héroes en la cual estaba emocionado por entrar. Era de esperarse de que Katsuki se tomara absolutamente mal aquello, diciéndole que era imposible que aceptasen a un inútil sin particularidad y que debía de renunciar a su sueño de ser héroe. Pese a que se reiteró muchas veces en dejarle, no se rindió. Pero, cuando llegó el día de las inscripciones y después de que dejase todos sus datos para la postulación, al pasar los días revisó la carta de la academia que había llegado, feliz y contento con todas las esperanzas en alto de que fue aceptado, pero pequeñas lágrimas se resbalaron por sus mejillas al leer ese Rechazado el cual estaba subrayando en rojo junto con una disculpa por parte de la administración.

Su mundo se cayó a pedazos y recordó en aquel momento las palabras de Bakugo diciéndole que se rindiera, planteándose de que si debió haberse olvidado de ese estúpido sueño de ser un héroe.

Su madre trató de elevarle las ganas de hacer cosas, pero todos sus intentos eran en vano; Izuku no tenía ganas de absolutamente nada. Estaba deprimido puesto que su sueño fue derrumbado. Sin embargo, y luego de unas cuantas charlas consigo mismo, decidió que las cosas ya estaban hechas y que debía seguir adelante aunque no fuese con el quería. Se inscribió en una escuela de personas "normales", materias normales y cosas que los demás hacían sin que tener una particularidad. Todo estaba yendo perfecto, hasta que ese día en que se encontró con aquel muchacho de rostro serio y cabellos rubios, quien le miraba sorprendido y un tanto apenado. Obvio que Midoriya se molestó, no quería tener que ve nada con Bakugo; no quería hablar, verlo o ver algo de él.

Quería olvidar todo lo que tenía que ver su pasado.

GET YOU BACK » BAKUDEKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora