El sol caía por el horizonte, la luz naranja del cielo mezclada con su azul natural y el blanco de las nubes iluminaban Gatered, un pequeño pueblo portuario, famoso por sus inmensos astilleros, donde antaño se fabricaban enormes buques de guerra para la armada del reino de Andurian. Es aquí donde nació, durante una cálida noche de verano, un pequeño chico, llamado Antáryon. Hijo de cazadores, el joven creció entre pieles de las presas de sus padres, se educo en la utilización del arco y la flecha y pronto estuvo en los bosques cazando junto a su hermano Johndium, 6 años mayor que el.
A los 12 años, Antáryon vio partir a su hermano a la guerra, lo vio embarcar y no pudo aguantar las lagrimas, se iba el mejor amigo de su infancia, se marchaba aquel del que tanto había aprendido. Antáryon no regreso a casa aquella tarde, espero a su hermano hasta la caída del sol, cuando un joven, mayor que su hermano, se sentó a su lado.
-¿Qué te pasa?- dijo el joven
-Mi hermano acaba de marcharse...- dijo Antáryon entre sollozos
-Eso no es motivo para llorar, conozco a tu hermano, y me dijo que volverías a verlo, y se que siempre cumple sus promesas.- dijo el joven, con una sonrisa.
-¿Conoces a mi hermano?- dijo Antáryon sorprendido.
-Si, lo conozco, he compartido muchos momentos junto a el, y hoy estoy aquí para hacerme cargo de ti, para entrenarte, para prepararte.- dijo el joven convencido
-¿Para que quiero entrenar?- dijo Antáryon, creyendo que estaba hablando con un loco.
-Tienes que entrenar, para seguir los pasos de tu hermano, para luchar allí donde se te necesite, no eres un niño cualquiera, por tus venas corre sangre de héroes, yo lo he visto- dijo el joven, que estaba seguro de lo que decía.
Antáryon al oír eso miro al joven, asintió, se levanto sin decir palabra y se marcho a casa, preparó una mochila, cogió algo de comida y el arco de su hermano. Cuando sus padres dormían, salió por la ventana que daba a la calle y se perdió en la niebla de la noche...
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Antáryon
AdventureLos héroes vienen y van, nacen en un lugar, mueren otro, de cualquier raza, cualquier aspecto, pero eso nadie lo recuerda. Lo que la gente sabe de esos héroes son sus historias, que se cantan en tabernas y plazas, se les compara con los mismos diose...