La niña

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-Toca a la niña y eres hombre muerto- gritó Antáryon mientras la gente le miraba.
-Es la segunda vez que me roba en una semana- contestó el carnicero.
-¿Cuanto es lo que te ha robado?- preguntó Antáryon bajando el arco.
-Son dos monedas de plata- dijo el carnicero ahora mas calmado.
-Muy bien, aquí tienes, dos monedas y dos más por las molestias- dijo Antáryon acercándose a el.
Cuando este pago la carne que había robado la niña se acercó a ella, que estaba en una esquina del callejón llorando.
-¿Qué te pasa pequeña?- dijo Antáryon sacando su lado dulce.
-Mi padre y mi hermano se fueron a la guerra hace años y mi madre no trabaja lo suficiente para poder permitirnos comer todos los días- Dijo la niña entre lágrimas.
-Dame la mano anda, te voy a llevar a casa- dijo Antáryon ofreciéndole la mano a la niña.
-¿Quien eres?- dijo la niña
-Aquel que va a impedir que te hagan más daño- dijo él, orgulloso de lo que estaba haciendo.
Cuando llegaron a casa de la madre, ella no estaba allí, solo había una olla con un caldo aguado y una nota que decía:
"Mi niña lo siento pero me tengo que marchar, les he dicho a las monjas que cuiden de ti desde mañana que vendrán a por ti. Espero verte pronto pequeña."
Tras leer esto la niña rompió de nuevo a llorar hasta que Antáryon la abrazo fuertemente dejando fuera de ella todos los males y sacando una sonrisa en la pequeña.
-A partir de ahora estarás conmigo hasta que crezcas-dijo Antáryon
-Pero no se hacer nada y soy aun muy pequeña- dijo la niña
-Pues no tienes mas que decir, crecerás y aprenderás conmigo- dijo Antáryon ofreciéndole la mano
-Te acompaño- dijo la niña sonriendo
Salieron de la casa después de haber recogido algo de ropa y utensilios de cocina. Se dirigieron a una taberna cercana, para que la niña comiera hasta hartarse, ya que Antáryon no podía verla mal. Luego caminaron hasta el mercado antes del atardecer para hacer unas compras, fueron al puerto para ver caer el sol y bajo el manto de las estrellas salieron juntos a caballo de la ciudad para perderse en la oscuridad del camino.

AntáryonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora