Prologo- Lo mismo de siempre

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¿Nunca se han sentido hartos de estar repitiendo lo mismo una y otra vez?

Ese cansancio de saber que lo que vives es tan predecible o a veces impredecible, que incluso podrías adivinar todo lo que pase antes de que ocurra.

Pues esta carga de sentimientos las conoce muy bien un aventurero que al parecer conoce su suerte que ya está harto de la misma rutina de siempre
Levantarse-comer-sacar a Megumin a que haga su explocion-regresar-beber en el gremio-ser arrastrado a una misión- casi morir-regresar y Dormir.

Esto ya es algo que simplemente ya lo estaba cansando,solamente quería un día de descanso, unas vacaciones lejos de todo...simplemente desaparecer un tiempo. Solo eso.

[Mansión de Kazuma]

– Me despierto por la luz que pega directamente en mi cara e inmediatamente me vuelvo para el rincón de mi cama para no ser molestado por el sol – Decidido hoy no haré nada...

– Ya ha pasado un tiempo de haber derrotado al Rey Demonio. Las chicas y yo seguimos con nuestras vidas normales, pero yo en particular solo tenía un objetivo en claro después de esto.

Disfrutar de mi vida sin hacer nada.

Y esto ya no era algo difícil de lograr, ya que contaba con una gran fortuna debido a mis inventos y la recompensa obtenida.

La vida que llevaba fue como siempre lo había querido, pero...como de costumbre por obras del destino su descanso eterno fue interrumpido por una llamada proveniente del pasillo.–

– ¡KAZUMA! ¿Cuánto tiempo piensas quedarte acostado? – Megumin toca la puerta de mi habitación –

– Mientras trato de conciliar el sueño solo doy una respuesta muy vaga. — Ah...creo que podría aguantar todo el día...

– ¡Oye hoy te toca cocinar y también saldremos a una cita! — Ella sigue tocando la puerta con más fuerza. —

–(Con que eso es hoy...Espera) — Me levanta de forma que quedó sentado en la cama por la sorpresa — ¡¿Eso es hoy?!

– Ella pregunta con un tono de molestia – ¡¿En serio lo olvidaste?! — golpea la puerta con intención de tirarla. — ¡Abre la maldita puerta!

– Mientras la maga de un solo hechizo trata de tirar la puerta. Yo me cambiaba y tratando de salir por la ventana, pongo un pie fuera de la ventana. — ¡Necesitas calmarte! — Después de decir eso un silencio se escucha en toda la habitación.-

– ¿Sabes que? Creo que tienes razón, necesito relajarme — Ella se aleja de la puerta con pasos tranquilos y luego se escuchan pasos de regreso — ¡Y qué mejor forma de hacerlo que con mi explosion diaria! — Megumin inmediatamente empieza a conjurar su hechizo.–

– ¡¿Espera qué?! — Al escuchar eso trato de regresar rápidamente a mi habitación. Ya estaba colgado de manos en las bases de la ventana, pero por las prisas tropiezo y mi cara termina estrellada en el piso. — ¡E-ESPERA! — Sintiendo el verdadero terror me apresuro a ponerme de pie y abro la puerta. — ¡Drain Touch! -Tomo a Megumin del brazo. –

– Explo...ahhh! — El poder mágico de Megumin es drenado y no paró hasta dejarla inconsciente. —

– Uff... – lanzó un suspiro de alivió – Un poco más y mi habitación se hubiera convertido en cenizas. — Cargo a Megumin y la lleva a su cuarto.

Estás rabietas suyas se han hecho más frecuentes desde que empezamos a salir, pero cada vez que pierde la calma por pequeñeces cómo está hace que me pregunte ¿En qué momento de mi vida decidí quedarme con ella? Al preguntarme esto me hace recordar algunas cosas. Al momento siguiente me encuentro observando a Megumin dormida. — (Fue después de regresar al palacio real donde empezó todo esto.) — Dejó a Megumin en su habitación y salgo cerrado la puerta detrás de mí, en este punto regresar a mi cama ya no es posible he perdido la confianza de mis cobijas. —

Benditos sean estos ojos esmeraldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora