Capitulo II

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Después de un rato de analizar a mis amigos desde la puerta y de recordar lo agradecido que estaba en tenerlos en mi vida, me decidí por entrar a mi clase, y me senté en el banco de siempre, el cuál los chicos me guardaron en el medio de ellos dos, Carlos y Miguel, miraban espectantes cada movimiento mío, sabía que estaban esperando mi saludo, así que al terminar de acomodar mi bolso, les di un apretón de manos seguido de un medio abrazo con una palmada en la espalda, ahora si se los veía más tranquilos. Tomé asiento, y me empezaron a contar cosas de su fin de semana, de las fiestas a las que frecuentaron y más cosas así, hasta que me preguntaron la razón de mi desaparición, decidí decirles que quizás más tarde hable de eso.


No me abarcaron con más preguntas, sabían que si me presionaban no conseguirían mucho de mí, ya que era difícil de manejarme.

A pesar de todo, los chicos me entienden cuando digo que no me caen bien las mujeres. Mientras conversamos Carlos, Miguel y yo, sobre otros temas dejando de lado el porque de mí ausencia, entró la profesora, haciendo que los demás alumnos se acomoden y se queden en silencio.

Así empezó la clase, al igual que todos los días. Bla, bla, bla me aburre algunas veces las clases de biología, en eso escucho que me nombraban a mí frecuentemente, hasta que noto que era la directora quién "proclamaba" por mi.


Salí de la clase, y seguí a la directora hasta el despacho de los profesores, me dijo que tomara asiento en unas de las silla que estaba delante de un escritorio, en lo que yo tomaba asiento ella aprovechó para salir sin decir más nada, cerrando detrás de mi la puerta.

A los minutos, entró la mujer, la cual me saludó en los aparcamientos.

—Hola Nicolás— dijo tan deslumbrante — qué tal ha estado la clase de biología?— "que cautivadora que es", pensaba tratando que no se me notara tenso— espero que te guste biología, ya que dentro de poco y nada, tendré el gusto de ser profesora de tu clase— sonrió ella.


— Q-que?— logré balbusear. Se acercó, y me dió una palmada en el hombro.



— Te sorprende? Tu profesora está a punto de jubilarse, no pensabas que la ibas a tener para toda la vida, o si? — dijo sonriendo debido a mi cara de asombro. En su tono se notaba un poco la burla, era posible que alguien sea más insoportable que ella, eso que apenas la estaba conociendo. De sólo imaginar que la tendría en mi clase y estaría obligado a verla todos los días me hizo dar un leve dolor de cabeza.

— Y bien? A que me trajeron hasta aquí? Para contarme que tendría profesora nueva de biología?— dije cortante, no le daría importancia a lo que dijo ella, aunque mi cara haya mostrado asombro, siempre tenía mis palabras para rematar.

Además no me caen nada bien las mujeres, no sabía cuantas veces pensaría lo mismo durante el día, pero no podía evitar recordar cuan mal me caían, aunque algo en mi indirectamente quería hacerme creer que ella era diferente, lo cuál era ilógico.

— No, no, no es eso,— dijo negando con la cabeza— es otra cosa más, ya que tanto la directora, al igual que algunos profesores, me dijeron que tenemos un alumno— se quedó callada, parecía que no encontraba las palabras necesarias para explicar como era que me veían los profesores— especial?, Bueno algo así podría decirse—.

No pude evitar alterarme, «como se atrevía a llamarme de esa manera, "¿especial?" «¿Con que los profesores me tachaban de ratito por el simple hecho de que tenía un cierto rechazo hacía algo? Ja, que irónico» pensé.


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⏰ Última actualización: Jan 16, 2022 ⏰

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