Diario de una chica enamorada

3

La mesa esta preparada y todos estamos sentados en ella riendo, escuchando anécdotas de papá y su viaje.

- Y ahora, La sorpresa de la noche y lo que nos gusta a todos y una persona aquí presente le fascina -Digo exageradamente- El postre!!!!!!

Salgo de la cocina con un flan en cada mano y los pongo en la mesa y como de costumbre, papá es el primero en coger un pedazo

- Esto está delicioso

- Cuando no hayas delicioso un flan amor? -Dice mamá sonriendo-

- Tienes razón

Siento que tocan la puerta pero Amber se apresura a abrir y el entusiasmo de la pequeña al abrir delata a la persona que ha llegado

- Hola abuela, has tardado mucho, casi no alcanzas postre -Digo mientras me paro para abrazarla-

- Tienes razón, sabiendo como es mi hijo seguro ni se ha acordado de que me tenía que dejar -Suelta una risa pequeña y le da varios besos a papá en la cabeza, después a mamá un abrazo y otro a mi tía-

Terminamos de cenar y vamos a la sala a conversar y ponernos al tanto de todo y me doy cuenta que el cuaderno está ahí todavía solo por el comentario que hace mi abuela

- Curioso diseño de ese cuaderno, de quien es? nunca lo había visto

Tenía razón, el cuaderno tenía un diseño bastante peculiar, no tenía brillo, ni era de color completo como lo eran todos de trabajo normalmente, era morado oscuro con detalles que se notaban hechos en azul que formaban una rosa de manera bastante peculiar y arriba las sombras de lo que parecía fuego.

- No sé, lo encontró Alexander hoy cuando tropezó con una mujer y no le dio tiempo a devolvérselo

- Si, según dice le pertenece a una tal Rebeca -Dice Amber concentrada en su chocolatina-

Noto como a mi padre le cambia el semblante y lo que antes era una sonrisa ahora se vuelve un semblante igual que el de mamá, de duda, pero noto un poco de ¿dolor? en su mirada.

- Bueno, da igual, cuéntame hijo, piensas viajar otra ves o tu jefe te dejará trabajando aquí- abuela habla y capta nuevamente la atención de papá-

- Tengo pensado quedarme, mi jefe quiere que me quede supervisando todos los centros de cristalería desde aquí en Nueva York, voy a coger algo de beber ahora vuelvo.

- Alex, en el estante hay una botella de tu ron favorito, trae para los dos -Habla Jazmín antes de que papá se aleje-

- Tu como siempre pensando en mi hermanita.

Al rato decido volver a mi habitación, me quedo mirando el cuaderno por un momento con un debate interno, si leerlo o no, quizás es solo un cuaderno de notas. La curiosidad me gana y decido por abrirlo......

Y ahí fue donde empezó

EL DIARIO DE UNA CHICA ENAMORADA

#

Su diario va a empezar a ser leído por la curiosidad aquí vamos!!!

Mua