El reloj no deja de correr, lo que le da cero posibilidades a la primavera para que permanezca en la Tierra más tiempo del establecido. El calor del próximo verano destruye cortésmente la frescura en el ambiente, secando los suelos y marchitando las flores. Louis está sentado sobre la diminuta campanilla ubicada en el jardín oscuro, disfrutando de la calefacción que le brinda la brisa cálida de la noche.
Su mente está perpleja, es uno de esos momentos en los que necesita sentarse a solas ya que a nadie en Narvaria le importa detener sus tareas de hadas para echar un vistazo y detectar a aquellos que podrían necesitar compañía detrás de las hiedras en crecimiento. No puede decir que no está contento, ya que el silencio es oro. Pero este silencio se siente diez veces más abrumador que el silencio en el que ha estado antes y eso es preocupante. Parece que no puede encontrar el pequeño rayito de luz que le mostrará el camino correcto en la quietud oscura.
La rosa primaveral espera su delicada caricia en algún lugar de este pueblo, él lo sabe. La flor tiene tiempo limitado antes de desaparecer por completo, y si lo hace, Louis perderá su título como Aine de la Primavera. Sin embargo, si se ocupa de la rosa, seguirá siendo el Aine de la Primavera y dedicará su vida a gobernar la estación todos los años. Nació para manejar esto y ha llegado a amar y atender cada cosa relacionada con la delicadeza y la frescura de la temporada y nunca quiere dejarlo ir. Pero, de nuevo, también ha llegado a amar más que solo a una temporada llena de flores. Él tampoco quiere dejar ir a Harry.
—De ninguna manera.
Louis se rió felizmente, todavía sintiéndose orgulloso de lo que acababa de hacer. Acababan de terminar de trabajar en las nuevas crestas para una nueva planta en el jardín y Louis afirmó que estaba exhausto y hambriento. Harry, por supuesto, lo escuchó y rápidamente fue a recoger algunas fresas para su hadita. Excepto que las fresas habían sido devoradas por los insectos.
Harry había regresado con una expresión de frustración, informándole a Louis sobre el pequeño desastre y sobre como había trabajado tan duro para mantener las fresas rojas y dulces solo para él. Sonrojándose, Louis invitó a Harry a que lo siguiera hasta donde estaba la planta y rápidamente creó una bola con su halo mágico e hizo que las fresas volvieran a estar frescas y rojas.
—¡Soy tan inteligente!
—Wow...¿Son comestibles?
Louis frunció el ceño. —¡Por supuesto que lo son!
Harry revolvió juguetonamente el cabello de la hadita, haciendo desaparecer el puchero que adornaba su rostro.
Una risita llorosa se escapa de su boca, sus ojitos están acuosos por recordar el precioso y corto momento que siempre almacenará dentro de su mente.
Pero, por supuesto, la flor roja que florece maravillosamente en la punta de una planta siempre viene con un tallo espinoso y polen venenoso.
No sabe si lo que está pasando entre él y Harry tendrá que terminar o no. Nunca ha sido alguien a quien le guste insistir en las cosas, pero en este caso, está claro que necesita hacerlo, incluso si no quiere. Se preocupaba por su futuro todos los días debido a las sonrisas y los besos que compartía con el jardinero, y el futuro finalmente ha llegado.
—¿Estás bien?— Harry susurra en el silencio de la noche. Fingiría que está sorprendido, pero en realidad no lo está. Incluso si Harry ha sido discreto con sus pasos, Louis siempre sentirá su presencia en todas partes, sin necesidad de tener una señal previa.
Levanta la vista de la campanilla que Harry había plantado solo para él, sonríe y le pide al hombre que se siente en el suelo.
—Ni siquiera lo sé.— Harry levanta su dedo, sintiendo que Louis necesita estar cerca, muy cerca de él en ese momento. El hada se mueve rápidamente y deja caer su trasero sobre la piel del hombre. —Me gustas tanto.
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Your Little Flower [bottom!louis] [traducción]
FanficLouis es una hadita de primavera, que inoportuno que se enamore del hombre musculoso dueño del lindo jardín del pueblo. Todos los créditos a loulicate.