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Le era increíble a Hoseok que su familia haya sido capaz de dejarlo con un maniático sin explicación alguna. Tal vez no lo sabían, se dijo a sí mismo al igual que Lisa. Pero muy dentro de ellos sabían que había algo mal, que algo simplemente no cuadraba.

Hoseok miró a uno de los varios relojes en la mansión. Las 4:30 se podía vislumbrar con facilidad, indicando que ya era hora de que se comenzará a preparar.

Se levantó del escritorio en el que se sentó y salió del salón para ir a su habitación y poder ducharse.

Con una rapidez increíble llegó a su destino y cerró con llave la puerta.

Su cuerpo quedó libre de prendas en un par de segundos y ahora se encontraba recostado en la fría tina. La sensación de escalofríos lo atacó cuando la brisa lo acarició; por impulso abrió la regadera sin darse cuenta de que giró la manija de agua fría —la cual se debe aclarar, estaba helada—, provocando que su herida ardiera y se entumecieron ante la repentina presión gélida sobre ella.

—Mierda —gimió mientras se acomodaba .

Su cabeza se apoyaba en la pared y cerro los ojos antes de sumergirse en el agua que llenaba a la mitad la tina.

«¿Qué está pasando?» se pregunto mentalmente con una indiferencia infernal inundándolo.

Era claro que no tenía ni la más mínima idea de lo que sucedió, la confusión siempre lo acompañaba y sinceramente le estaba cansado.

Había más preguntas que respuestas; su tiempo y paciencia eran limitados y estaba asegurado que la bomba de secretos pronto explotaría.

El oxígeno le empezó a faltar y salió a la superficie abruptamente, dándose cuenta de que la bañera estaba ya estaba llena y todo el líquido que lo rodeaba se desbordaba.

—Carajo —maldijo con el entrecejo fruncido.

Se levantó sin mucha energía y cerró la llave del agua. Poco después se estaba deslizando por la pared con un desastre fuera de la tina.

Sabía perfectamente bien que recibiría un castigo por inundar el baño y —posiblemente—, su habitación que ni siquiera era suya. Pero ya no le importaba en ese momento, realmente todos sus pensamientos le dejaban un sabor amargo por el peso que poseían y lo dejaban con una sola palabra recorriendo su mente:

Suicidio.

Era una solución bastante efectiva. Claro, lo era hasta que recordó a su hermana Lili por primera vez en el día y se dio cuenta de que si moría, todo su martirio ahora sería de la pequeña pelinegra de catorce años.

—¡Agh! —gruñó golpeando la pared.

Sin duda estaba en una situación apretada y tenía que pensar rápido si quería escapar.

Con poca motivación y mucha presión, tomó jabón y se lo restregó por todo el cuerpo. Su herida de nuevo ardía, pero no le dio importancia y siguió enjabonándose para enjuagarse con el agua.

—Hijo de puta —susurró dándose cuenta de que ya se había tardado casi una hora en su rutina de higiene; si pasaba más tiempo ahí, no llegaría a arreglarse decentemente, logrando molestar inmensamente a Yoongi, quien todos sabían muy bien que era un fanático de lo pulcro y que una simple mancha o cualquier cabello suelto era capaz de sacarlo de sus casillas.

Luego de dar una lavada rápida a su cabello, salió de la bañera, se secó velozmente con su toalla y salió corriendo del baño a la vez que tiraba la tela descuidadamente sobre el gran charco de agua que había en el suelo.

Se cambió en unos minutos y con el cabello mojado se dirigió a los aposentos de Min. Era mejor no estar presentable que llegar tarde, la tardanza hacía que Yoongi explotara de una forma mucho más temible.

— Dios, por favor ayúdame —rogó a un dios en quien irónicamente no creía y sólo alababa cuando estaba atascado en un problema—. No me dejes caer en las garras de ese demonio —trago duro viendo la soledad del pasillo.

Una vez dentro de la boca del lobo, ni el cazador más fuerte logra salvarte de ser consumido por la grandeza de tu depredador.

[...]

—Llegas justo a tiempo —sonrió con inocencia el peliazul, una inusual acción capaz de volver a poner en defensiva al joven—. Ponte esto —ordenó tirándole unos ajustados pantalones de cuero que a simple vista ponían incómodo a Hoseok y una camisa blanca.

—Uh, ¿Esto usaré? —una mueca adorno sus facciones.

—Claro que sí. Cámbiate ahora —dictó.

Hoseok estaba a punto de salir de la oficina para ir a su cuarto a cambiarse; sin embargo, fue interrumpido por Yoongi.

—Nunca dije que te podías ir. Cámbiate aquí —la diversión acompañaba a su voz como si le entretuviera ver la expresión descompuesta del pequeño.

—¿Q-Qué?

—Tardaras si te vas. Cámbiate de ropa aquí.

El pelinegro luego de pensarlo por unos segundos se cambio con rapidez frente a la intensa mirada de Yoongi que escaneaba cada rincón de si cuerpo.

En cuanto logró abrochar sus pantalones, Yoongi lo empujó hacia su escritorio haciendo que se aturdiera y colocara sus manos frente a el para evitar caerse.

—¡Perfecto! —exclamo el peliazul, sus ojos destellando placer—. No te muevas —pidió tomando el corset que estaba en una esquina del escritorio y Hoseok no noto hasta que comenzó a ponérselo.

El corset era apretado, el familiar dolor arrasó con su piel, sólo que a diferencia del anterior, este le llegaba hasta los huesos.

—¿Q-Qué es esto? —sus manos se colocaron sobre las de Yoongi para parar el movimiento.

—Un corset, es claro —un tono de satisfacción cada vez más grande abarcaba todas sus palabras cuando veía al pequeño temblar por la falta de aire que le estaba creando.

—Se siente diferente, este duele mucho más —susurró incómodo.

—Quizás sólo eres un debilucho incapaz de soportar la cosa más mínima —diferio con altanería.

—Sí, quizás lo soy —concordó amargo sin muchas ganas de un sermón ni una nueva discusión.

—Listo. Ahora mírame —en cuanto ambas miradas se conectaron, con una delicadeza agradable YoonGi peino con su mano al pequeño, dejándolo sonrojado ante la necesidad que sentía de abrazar a alguien.

—¿Ahora que hago? —trago duro.

—Iremos al piso de abajo, tengo una fiesta y pienso dar un grandioso... show —vacilo serio, un brillo indescriptible en sus ojos.

[...]

N/A: Ya me tardaba, pero la verda no estaba inspirada y no creía que a nadie le gustara esta obra. Además, no me he sentido bien. Sin embargo, life gous on y aquí esta el prometido capitulo.

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⏰ Última actualización: Jan 17, 2022 ⏰

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