Un padre que busca a su hija que fue secuestrada cuando era una pequeña niña.
Cid es un hombre millonario y dueño de muchas empresas en España y Grecia. Está casado con Sísifo y tienen 4 hijos. Ellos son Shura, Karen, Isabel y Yami. Un día el tiene...
En la mansión Vallejos se encontraba, el millonario Cid junto a su esposa y sus tres hijos desayunando.
—Sísifo me tengo que ir la reunión de empresarios en mi oficina— se levantó de la silla para hacercarsr a su esposa y despedirse con un beso.
—Pero Cid no haz terminado de desayunar— le dijo al de cabellera azabache.
—No te preocupes amor!— le respondió mientras se despedía de Shura, Karen e Isabel y por último se acercó a darle un beso en la frente a la bebé Yami que estaba en los brazos de Sísifo durmiendo.
Luego Cid se retiró dejando a su familia que continuaran desayunando. Sísifo se levantó de la silla con Yami en sus brazos y le dijo a Shura que se quedará cuidando a sus hermanas mientras ella llevaba a Yami a la habitación para colocarla en su cuna. Shura mordía un pedazo de pan tostado, mientras las mellizas Karen e Isabel bebían un poco de leche de sus vasos. Pasaron unos minutos y Sísifo llegó a la mesa para ver si sus hijos continuaban desayunando pero se sorprendió al ver a Karen e Isabel jugando con un poco de leche derramada sobre la mesa.
—Karen e Isabel!— alzó la voz y las niñas se asustaron —pero que están haciendo, Shura te dije que cuidara a tus hermanas— mientras iba por una toalla para limpiar lo que habian derramado las mellizas.
—Lo siento mucho mamá eran dos contra uno– señalando a sus pequeñas hermanas de tres años de edad —les dije que no tiraran la leche y lo hicieron a propósito— mirando con enojo a sus hermanas, mientras las pequeñas niñas castañas se reían de su hermano mayor.
—Shura no enoje con osotras— habló Isabel que se bajo de su silla para ir abrazar a su hermano.
—O siento Shura— también habló Karen e hizo lo mismo que Isabel.
Shura aunque estaba enojado con sus hermanas, les correspondió al abrazo, mientras su madre Sísifo terminaba de limpiar la mesa. Luego los hermanos se fueron a jugar a la sala con sus juguetes que tenían dentro de una canasta grande. Sísifo llegó y se sentó en el sillón observando a sus hijos jugando.
—Espero que Yami no sea como las mellizas cuando tenga 3 años— dijo para luego imaginarse a La pequeña castaña haciendo travesuras en la casa y molestando a Shura junto con las mellizas.
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HOTEL MADRID
Cid estaba en la reunión con dos de sus mejores amigos y socios en su oficina, mientras celebraban la terminación del nuevo Hotel Athenas en Grecia.
—Cid tenemos que ir a la inauguración del Hotel en Grecia— habló un hombre de cabellos azul oscuro que sostenía un tabaco en su mano.
—Por supuesto que sí Manigoldo— respondió el azabache que bebía un poco de café.
—Yo no me pierdo esa inauguración, además tenemos años que no viajamos a Grecia, verdad Manigoldo!— habló una mujer de cabellos largo y celeste.
