CAPÍTULO III

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----- capítulo 3  -----
- El pasado no pisado -

Madre mía qué frío - dice Cleo cuando salimos del café. - porque carajos no me dijeron que trajera suéter - dice tiritando de frío.

Porque si te dije que lo trajeras - dice Cort mientras busca algo de su mochila - pero como siempre eres una terca. - de la mochila saca un suéter morado que le tiende a Cleo - de nada.

Fresita debes de premiar a tu novio por ser un cabrón muy listo - dice ella mientras me empuja con la mano haciendo que choque con Cort.

Así que, ¿qué vamos a hacer? - dice Cort tomando mi mano mientras me rodea con su brazo.

Pues yo tengo que ir a comprar leche, cigarros, chocolate, papás... - se calla al mismo tiempo que detiene su paso - espera, no, eso no me encargaron o ¿Si? - Cort y yo reímos.

Emm creo que la leche si está en la lista - dijo mientras le doy un pequeño empujón para que siga caminando. - hablando sobre listas, yo tengo una larga lista de porque no regresar con Elena.

Oye y si vienes a dormir conmigo - dice Cleo mientras saca su celular  y marca unos números para después llevar el celular a su oído derecho - perfecto, leche, huevos, papás - dice para después callarse - lista en mensaje, solo prender datos - dice esto con un tono de voz robótica - y ¿Cristina puede dormir conmigo hoy?  - dice Cleo integrando un tema con otro - perfecto entonces helado también, adiós - dice lo último con un tono cantado, cuelga la llamada.

...

Posteriormente de comprar las cosas de Cleo todos retomamos el camino a casa, Cort se fue con un amigo que encontró en el camino, Cleo y yo tomamos un taxi para ir a su casa.

Es aquí - le dice Cleo al taxista mientras apunta a su casa, una casa simple bonita y cálida, su casa tenía dos plantas, cuando era más pequeña tenía un poco de envidia de su casa por ser lo que siempre quería tener y con el tiempo ese sentimiento se olvidó.

Las dos bajamos del taxi y después de que Cleo pagará nos adentramos a un mini cancel que llevaba a su patio delantero con un lindo jardín.

Papá nos hará de comer así que prepararte a subir unos veinte kilos, amiga - habla Cleo mientras subimos las escaleras que llevan a la puerta principal.

No me molestaría, tus papás cocinan muy rico así que vale la pena - respondo, Cleo abrió la puerta para dejarme pasar primero.

¡CRISTINA! - una voz chillona grito mi nombre, el hermanito de Cleo viene corriendo hacia mí.

Hola, calabaza - le saludo mientras trato de no caer por el abrazo de bala que me dio el pequeño.- ¿ya cenaste? - le pregunto mientras él sigue sosteniendo el abrazo.

Sí, sí, papá cocinó sushi y mamá cocinó verduras y me  dijo que si también comía las verduras me daría galleta de chocolate - dice emocionado con una sonrisa en su rostro.

Madre mía, galletas de chocolate, yo quiero - interrumpe Cleo mientras camina hacia la cocina sin cerrar la puerta - ¡mamá dame! -  grita Cleo en cuanto entro a la cocina y yo me encargo de cerrar la puerta.

...

Después de la cena Cleo y yo subimos a su cuarto, hablamos sobre cosas normales y sin querer queriendo termino preguntándome sobre Elena, ya que no les conté nada en el parque, ella enfureció, pero se calmó al instante.

Estuvimos calladas por un momento

¿Por qué ahora?, ¿Por qué no antes?, Cristina ¿por qué tu padre lo permitió? - lanza las preguntas como bombas que no sé cómo esquivar.

Doy un suspiro mientras me dejó caer en la cama

puf no sé, solo quiero ver a mi padre, quiero saber qué está bien - comento - mañana no quiero regresar con ella, pero siento que si no lo hago les meteré en problemas serios a ustedes.

Oye ven, mírame - dice Cleo, tomándome de mis manos para levantarme - no podrías meternos en problemas, ¿recuerdas que tengo ala mejor mamá del mundo que ganas batallas con brujas? - dice asiendo que ría, ya que entiendo a qué se refiere.

Lose, pero esto no es como la primaria y la maestra linci - respondo mientras trato de no recordar el caos que fue ese día.

Bueno y regresando con el tema de papá, recuerda que estás en mi casa y  nadie te prohíbe que le hables ahora mismo,  así que llámale - me da si celular mientras comenta lo último.

Tienes razón, puedo llamarle ahora  - dijo levantándome de la cama para después tomar su celular.

...

No puedo creerlo - expreso furiosa mientras cuelgo por milésima vez el teléfono de la cocina - ni con este contesta, joder - espetó

B-bueno tal vez mmm - habla Cleo con la boca llena de galletas - que ricas - dice cuando traga - perdón, quería decir, que tal vez está dormido aún hay tiempo mañana si quieres podemos ir a verlo - habla mientras se acerca a mí rodeándome con el brazo que tiene la bolsa de galletas.

Está bien, pero ahora le debo a tu mamá - dijo tomando una galleta de la bolsa

No te preocupes las llamadas son gratis para ti - dice mientras da otro mordisco a su galleta

No me refería a eso sí no a que ya le debo de todas las galletas que as comido, ella fue clara en decir.

<<no dejes que coma todas las galletas>>

Trato de imitar la misma voz de su madre mientras dijo la frase, pero Cleo solo ríe ante mi fallido intento

Vamos que no me he comido todas aún quedan unas 10 - dice mientras zangolotea la bolsa haciendo las galletas brinquen

Si claro, unas 10 de las 50 que te comiste - dijo

...

Ya de regreso a su habitación Cleo se quedó dormida comiendo galletas yo sin poder evitar mi maldad, tome su celular y comencé a tomarles fotos, ya que tenía galletas en la boca y estaba dormida de una manera graciosa

Mi novio no aguantaba la risa porque todas las fotos que tome se las envié a él.

Pero después de eso no sabía cómo conciliar mi sueño

Seguía pensando en porque mi padre no respondías mis llamadas y él porque Elena ahora después de años se propuso en arruinar mi vida.

Solo sé que mi padre dejo que ella me llevará para que Elena dejara de amenazarlo con la cárcel.

Y aún no entiendo cómo es posible que ella espera que la quiera y aprecie después de eso y de todo.

Mi padre me dijo que dejara el pasado pisado, que aprendiera a perdonar y que aprovechara esto, pero no puedo, mi corazón no lo deja y mi mente tampoco.

El pasado no está pisado y se lo recordaré a Elena.

Chica Mala Donde viven las historias. Descúbrelo ahora