Welcome!

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-Cristina, Eren mando a Grisha a Eldia, sabemos que Eren fue ejecutado.... Necesitamos que vayas a Eldia, ayuda a Grisha recuperar al fundador y luego cumple tu misión.- Decía un hombre anciano frente a mi.

-Si.- Le conteste.






















Un fuerte golpe en la mesa me hizo despertar. -¡Smith!.- La gruesa y poderosa voz de la mujer me hizo levantarme, colocando mi mano en mi pecho.

-¡Si!, ¡Instructora!.- Dije bastante nerviosa.

-Sus compañeros ya han salido hace un rato del almuerzo y se han ido a entrenar, ¿Se puede saber porque sigue en el comedor durmiendo?.- Me dijo bastante molesta.

-Se me ha pasado el tiempo del almuerzo, en compensación limpiare las letrinas durante un mes.- Dije buscando que mi castigo no fuese algo peor.

-¿A que división militar se quiere unir recluta Smith?.- Me pregunto de forma amable la instructora.

-Pues, quiero estar en la legion de exploración junto a mi hermano.- Dije sonriente.

La instructora solto una gran carcajada. -¿Tú?, Recluta Smith, usted no tiene madera para eso, terminará devorada por un titan en su primer dia.- La oí decir. -Ha demostrado buen desempeño en las pruebas físicas, pero no es muy inteligente.- Me había llamado estúpida. -Usted no es como su hermano, admitalo señorita.- Ella colocó su mano en mi hombro y se marcho.

Mi inexpresivo rostro asintió, definitivamente me convertiría en un buen soldado.

Mi tiempo en el ejercito había concluido, a un mes de graduarme, fui arrestada y llevada a Sina.

Se me juzgo durante un mes entero, no sabían que hacer conmigo, habia pasado dos años en el campamento de entrenamiento y nadie se habia dado cuenta, nadie sabía que realmente yo no cumplía con la edad suficiente para enlistarme.

Tardaron un mes en saber que harían conmigo, gracias a Erwin llegaron a la conclusión de qué ahora tenía la edad suficiente para ser una soldado, había cumplido con mi entrenamiento.

Mi castigo fue quedarme en la legion de exploración sin oportunidad de decidir, pero eso no me importaba, porque al final todo había salido como quería.

-¿Estás molesto?.- Le pregunte a Erwin, mientras el me ayudaba a subir al caballo.

-No estoy molesto, solo que no apruebo los métodos con los que ahora te volviste miembro de la legión.- Dijo bastante serio.

-Perdóname Erwin.... es que... yo quería.... - Dije algo triste.

-Aqui no importa lo que tú querías, si no lo mucho que te arriesgaste.- Erwin tomo las riendas del caballo. -Sosten... - Antes de que acabace la frase, lo abracé con fuerza, ocultando mi rostro en su espalda.

Escuche a Erwin suspirar con pesadez y cabalgamos rumbo al cuartel general de investigación, cuando llegamos la noche había caído, las calidas luces del comedor llamaron mi atención. -Ven.- Me dijo Erwin extendiendome la mano para bajar, con cuidado la tome bajando del caballo, mi grisaseo vestido se alzó con ligereza obteniendo la atención de quienes miraban por la ventana.

-¡Erwin!.- Escuche la aguda y algo entusiasta voz de alguien, venía corriendo hacia nosotros.

-Hange... - Oí susurrar a Erwin, aquella persona posó su vista fijamente en mi y se detuvo a unos centímetros de mi cara.

-Tu eres Rosemary, ¿Verdad?.- La emoción no era algo que pudiese ocultar. -Erwin habla mucho de su pequeña hermana.- la persona subió sus manos a mi rostro tomando con cuidado los mechones de mi cabello. -Tu cabello es de un rojo muy bonito, ¿Me lo prestas?.-

-¡¿Que!?.- Expresé bastante sorprendida, viendo insegura a Hange, me sonrió y de un movimiento aprovecho para jalar uno de mis cabellos.

-Con esto me bastara.- Sonrió admirando mi cabello, Erwin aclaro su garganta. -¡Ay!, Hange Zoe.- Estiro su mano hacia mi.

-Rosemary Smith.- Contesté tomandole de la mano.

-¿Quieres ser mi sujeto de pruebas?.- Menciono alandome del brazo.

-Suficiente.- Oí decir a Erwin quién termino por separarnos. -Sera mejor que entremos.- Hange y yo asentimos.

Seguí a Erwin por las instalaciones del sitio, me guió hasta unas grandes escaleras. -Hange, ¿Le puedes mostrar su habitación?.- Dijo Erwin. -Iré a Hablar con Levi, sobre el informe de su escuadron.-

-Ah, hables de "eso".- ¿Que era exactamente "eso"? siempre fue algo que me cuestione.

-Uh?.- Ladee mi cabeza viendolos a ambos, Hange me tomo de los hombros y incistente me empujo para subir las escaleras.

-Ven Rose, dejemos a Erwin trabajar.- Al final Hange cargo un pequeño bolso con mis cosas, y me guió entre cientos de puertas, miraba con lujo de detalle todo y todos los que me veían desde sus puertas. -Vamos, no te quedes atras.- Hange tomo mi muñeca y me jalo consigo,hasta doblar en uno de los pasillos, eran pocas habitaciones. -Esa del fondo es la de Erwin...- Señalo la última puerta, después sigue la de Levi, luego te lo presentaremos, la de enfrente es la mia y la que esta al lado es la tuya.- Hange me sonrió.

-Uh, Hange-San, tengo una pregunta.- Dije algo apenada, pues este sitio parecía algo privilegiado para una recien llegada como yo.

-Solo llamame Hange, ¿Que pasa?.- Amablemente y con confusión en su rostro me vio.

-¿No debería estar con los demas soldados?, ¿Es porqué soy hermana de Erwin? o ¿Erwin quiere tenerme vigilada?.- Hange se sorprendió demasiado pareciera que había dado en el blanco. -Desde pequeños, soy una carga para él, no quiero seguir siéndolo, ¿Habrá forma de qué pueda obtener otra habitación?.-

-Claro, claro, tranquila pequeña, no eres una carga para Erwin.- Hange bajo el bolso con mis cosas y tomo mis manos. -Ven te daremos la habitación del inició del pasillo.- Hange volvió a tomar mi bolso y me guio a la habitación.

Era una habitación pequeña, un pequeño baúl, un escritorio, una silla, una vela, una cama y una ventana. -Lamento que sea tan pequeña...-

-Esta bien, es perfecta.- Dije ayudando a Hange con el bolso. -¿Crees que haya forma de conseguir un librero?.-

Hange me vio con asombro. -¿Para que quieres un librero?.- Con una sonrisa, abri el bolso mostrandole a Hange que lo unico dentro de él eran libros. -¿Eso es todo lo que traes contigo?.- Hange se acerco tomando los libros. -La mayoria son libros de historia o infantiles.-

-Es todo lo que necesito.- Sonreí cruzandome de brazos.

-Santo cielo.- Suspiro Hange acomandose el cabello. -Eres igual de extraña que Erwin, veré si hay algun librero en el almacen, pero niña hay que salir a comprar cosas, tienes menos de lo que cualquier chica normal tendria.- Ante lo dicho asentí, después de aquello Hange se despidió y marchó, me deshice de mi grisáceo vestido, de mis botas negras y poco a poco peine mi cabello en la oscuridad de la noche, quedando en ropa interior me cubri con las sabanas y cerre los ojos concileando el sueño.

Shingeki no kyojin: Save My LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora