ARRITMIA | 27

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Arritmia;

La siguiente semana me fue imposible realizar la tan acostumbrada visita, sabía que lo pondría triste pero había conseguido un permiso especial para asistir el lunes próximo en su lugar.

Antes de entrar al tren me asegure de comprar unas flores amarillas.

¿Estaría siendo muy cursi?

Al llegar al mostrador la enfermera colocó una de sus manos sobre su boca y me observo con lastima. Supe que algo andaba mal.

Pregunté por Ryo y entonces todo mi mundo se detuvo.

Las flores cayeron de mis manos.

La música en mis audífonos se detuvo.

Y mi corazón fallo al instante.

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