ARRITMIA | 08

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Amaya;

Parece que la semana en que no pude verlo ni un solo día sus padres habían vuelto, llamaron temprano al hospital y fueron a traerlo en ese mismo instante. Ryo habló de sus padres sin borrar aquella sonrisa que adornaba su rostro, una sonrisa que pronto se tornó falsa.

No tenía una buena relación con ellos y su verdadero problema se situaba en su padre.

Aquel último día en la mañana lo habían llamado a la revisión del hematoma del cual había advertido a la enfermera ya que no era normal por su tamaño y color.

El padre de Ryo lo había golpeado con una botella de vodka, de haberse roto en su espalda él ya no habría vuelto.

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